MADRID, (apro).- La Policía Nacional española identificó hoy a la mexicana Luz del Carmen Solares de la Rosa, detenida aquí la víspera, como el “cerebro criminal” que presuntamente está detrás del asesinato del general mexicano, Jorge Juárez Loera. Las investigaciones para dar con su paradero, encabezadas por el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Judicial española, apoyados por oficiales de enlace de la Procuraduría General de la República (PGR) adscritos a la embajada de México en España, se extendieron a las provincias de Murcia y de Ciudad Real. Solares de la Rosa, de 40 años, quien residía en España desde hace algunos meses, fue detenida el pasado jueves  en las inmediaciones de la calle Alcalá, en el exclusivo barrio Salamanca, en el centro de Madrid, donde vivía con su familia, confirmó el Ministerio del Interior español en un comunicado. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que el general Juárez Loera y Solares de la Rosa mantuvieron una relación sentimental. Ella era la propietaria de una empresa relacionada al rubro de la seguridad, que proveía de uniformes militares a la Secretaría de la Defensa Nacional. La influencia en este contrato de la proveedora provenía del hecho de que el general Juárez, como Oficial Mayor de la Sedena, era el tercero cargo en importancia en el escalafón de la dependencia, solo por debajo del secretario Guillermo Galván y del subsecretario Demetrio Gaytán Ochoa. Fuentes consultadas por la agencia Notimex señalan que, como consecuencia de esos tratos profesionales, se derivó una deuda de 10 millones de pesos. El Ministerio del Interior señala que Luz del Carmen Solares de la Rosa contrató por 150 mil pesos (equivalente a 8,800 euros, informa) a los sicarios que acabaron con la vida de Juárez Loera, quien también fue responsable en su inicio del Operativo Conjunto Chihuahua. La detenida contrató a Antonio Martínez Torrijos, de 49 años, para que consiguiera a los sicarios. Dicho sujeto encargó el trabajo a Isaías Aarón García Estrada, El Pantera, Erick Edgar Hernández Ascencio y Arturo Ramírez Lora, El Chino. El 21 de mayo de 2011, Juárez Loera fue asesinado en Ciudad Satélite, municipio de Naucalpan, Estado de México. El militar no traía escoltas porque ese mismo mes había pasado a retiro por edad, al haber cumplido los 65 años, plazo para mantenerse en activo en la Sedena. Los tres sicarios localizaron al militar cuando circulaba en su vehículo y provocaron un accidente de tráfico para conseguir que el general detuviese el coche y descendiera del mismo. Aprovecharon ese momento para efectuar dos disparos a quemarropa con una pistola .9 milímetros. Al hacerse cargo de las investigaciones, la PGR logró la captura en el mes de julio de dos de los sicarios y les aseguraron el arma que al ser examinada por los peritos, se identificó como el arma con la que se efectuaron los disparos contra el general.  Los detenidos aceptaron que planificaron el crimen de manera que pareciera un altercado de circulación para tratar así de dificultar el trabajo de investigación de la policía. Confesaron que habían sido contratados por otro hombre, que a su vez recibió 150 mil pesos mexicanos de la inductora de todo el plan, Luz del Carmen Solares de la Rosa. Las investigaciones mostraron que la mujer había viajado a Europa, la PGR tenía indicios de su estancia en España y en Francia, sin embargo, en la primera quincena de diciembre, sus familiares llegaron a España y se desplazaron a Murcia y a Ciudad Real. Como informó ayer Apro, la Subprocuraduría de Asuntos Internacionales de la PGR, a través de su Agregaduría para la Unión Europea solicitó a España y a Francia la detención provisional con fines de extradición de Luz del Carmen Solares de la Rosa. La agregaduría formalizó esta petición a España el pasado 3 de febrero para la captura con fines de extradición, por ser acusada en México del delito de homicidio calificado.  El Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Judicial siguió la pista de la mujer hasta Madrid, donde fue ubicada en el barrio de Salamanca, hasta donde desplegaron un dispositivo policial para lograr su detención, en las inmediaciones de su domicilio. La mujer no opuso resistencia y confirmó su identidad en el momento de su captura. El exoficial mayor del Ejército Mexicano, tercer puesto del escalafón del Ejército Mexicano, también fue Inspector y Contralor General, responsabilidades desde las que tuvo a su cargo la reorganización de los esquemas de la inteligencia militar contra el narcotráfico, delito en cuyo combate era experto, de acuerdo a los informes que sobre él difundió la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana.