Condena España represión en Siria

martes, 6 de marzo de 2012 · 15:42
MADRID (apro).- El gobierno de España decidió hoy suspender parcialmente actividades en su embajada en Siria, “en repudio por las salvajes matanzas” y los “atentados contra los derechos humanos” del régimen de Bashar El Asad. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo hizo el anuncio en el Senado español, en sintonía con la misma decisión que tomaron otros países del entorno, como Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. García-Margallo dijo que “España hace exactamente lo mismo que los países de nuestro entorno”. Aunque la suspensión de actividades no supone el cierre de la embajada, explicó que el edificio seguirá abierto con dos funcionarios de la legación diplomática, para realizar las gestiones puntuales, aclaró la agencia EFE en un despacho informativo. Sin embargo, esta decisión representa un obvio distanciamiento diplomático de España con Siria y una condena abierta a la represión del régimen. Explicó que se decidió mantener a dos funcionarios en la sede diplomática, para atender a los españoles que aún permanecen en ese país. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha deplorado la matanza de civiles por parte del régimen de Bashar El Asad, sin embargo, las reacciones de la comunidad internacional han sido solo declarativas y poco operativas en reprobar al régimen sirio. Esta mañana, en un encuentro informativo, el ministro García-Margallo anunció que “hoy mismo” podrían cerrar la embajada española en Siria, debido a la “brutalidad” de los ataques del régimen, los que calificó de “inadmisibles”. El 7 de febrero pasado, el Ministerio de Exteriores llamó a consultas a su embajador en Damasco, Julio Albi, ante el agravamiento de la represión contra la población civil. Los países de la Unión Europea aún no han sido capaces de definir si retiran a sus embajadores, solo se han centrado a paralizar sus actividades, como hoy lo anunció España. No obstante, estas medidas suponen un escalón más en la presión al régimen de Bashar El Asad.

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