OAXACA, Oax. (apro).- El expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza Longoria, declaró que el caso de la francesa Florence Cassez es un hecho emblemático que pone en evidencia las debilidades del sistema de justicia en México y, por ende, al Estado democrático. El exómbudsman consideró que en caso de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resuelva que hubo “vicios de origen”, la pregunta obligada es cuáles son y quiénes son los responsables para dar lugar a un proceso en contra de Cassez por haber actuado de manera irresponsable y haber fracasado. “Generar esas condiciones de montaje, no sólo atentan contra el debido proceso, sino que generó una situación de conflicto entre dos Estados como México y Francia”, recordó. En alusión a Genaro García Luna, quien es señalado como el autor del montaje mediático sobre la detención de Cassez, como titular de la Agencia Federal de Investigaciones de ese entonces (AFI), Álvarez Icaza insistió en que quienes “llevaron los temas a litigio en un lógica de espectacularidad” tienen que ser sancionados. Álvarez Icaza, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia, destacó que este caso no es de “fuercitas ni vencidas” ente Nicolas Sarkozy y Felipe Calderón, sino de justicia en México. Antes de participar en el Foro por un parto amoroso, libre, consciente y seguro, resaltó que “en esencia”, en un Estado democrático es de vital importancia que existan los controles constitucionales y judiciales, “eso en cualquier democracia es vital y lo que está saliendo en este caso es una serie de hechos graves que trastocaron todo el proceso”. Es por ello, dijo, que “se pone tan en evidencia la necesidad que tanto los agentes encargados de hacer cumplir la ley como la Procuraduría actúen apegados a derecho, porque si hay, como se presume en este caso, vicios de origen, el proceso ya está viciado y eso pone en riesgo a las víctimas”. A su juicio, es inadmisible que se hagan montajes, pero más grave es que lo haga la propia autoridad para demostrar culpabilidad,  inocencia o eficacia.