Chocan poderes Ejecutivo y Judicial por caso Cassez, en ceremonia a Juárez

miércoles, 21 de marzo de 2012 · 20:33
MÉXICO, D.F. (apro).- La ceremonia conmemorativa por el 206 aniversario del natalicio de Benito Juárez se convirtió en un desencuentro entre los titulares de los poderes Ejecutivo y Judicial por el caso Cassez, quienes no dudaron en retomar acciones y dichos del Benemérito para salpicarse de alusiones que terminaron por incluir al Poder Legislativo. Faltaban dos horas para que en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) iniciara la sesión en que se discutiría el proyecto del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, que proponía la liberación de Cassez, un asunto que el presidente Felipe Calderón ha presionado. En el Patio Mariano de Palacio Nacional se dispuso desde temprano la tediosa logística de las pompas conmemorativas de hechos históricos, pero las intervenciones estuvieron lejos del tedio: el programa anticipaba como uno de los oradores al ministro Juan Silva Meza, titular del Poder Judicial. Calderón y sus colaboradores han embestido en discursos y declaraciones desde hace un año al Poder Judicial, y en especial, a partir de hacerse público el proyecto del ministro Zaldívar, el Ejecutivo intentó influir en el SCJN. La respuesta de Silva Meza a las críticas y presiones de Calderón por el llamado Caso Cassez, se materializó en una defensa de la constitucionalidad. El ministro dijo que el Poder Judicial está dispuesto “a corregir, a costo presente, las desviaciones y abusos del poder”; pidió además “respeto a la división de poderes”… todo, con referencias a Juárez. Como último orador, Calderón volvió a regañar a los ministros aludiendo a Juárez, quien –dijo– no separaba el derecho de la justicia, vivía entre la mezquindad y la incomprensión, pero refundó la República. En el acto, estaba presente Jesús González Morín, presidente de la mesa directiva del Senado y, por ende, representante del Poder Legislativo. El legislador optó por un discurso convencional, evitó montarse en las críticas a Calderón o a la Corte, y sólo apuntó: “Claramente nuestros problemas, por difíciles que puedan parecer, también tienen solución si los enfrentamos unidos. Lo ha señalado Enrique Krauze: Las soluciones a nuestros problemas son las que Juárez ya vislumbraba con claridad de estadista: libertad, democracia e igualdad ante la ley; valores, por cierto, universales”. La argumentación del ministro Juan Silva Meza respondió a las presiones del Ejecutivo para que el máximo tribunal resolviera en contra de la ciudadana francesa Florence Cassez. En el Poder Judicial “queremos que se haga justicia de verdad, no el abuso del poder que es el paso previo al autoritarismo”, dijo Silva Meza en alusión al discurso del pasado lunes del presidente Felipe Calderón, quien pidió a los jueces que la revisión de los procesos judiciales no sea una rendija para la impunidad. En lo que fue la más clara intervención del Ejecutivo en perspectiva del fallo de la SCJN sobre la revisión del amparo solicitado por Cassez, condenada a 60 años por secuestro, delincuencia organizada y posesión de arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, Calderón dijo el lunes que no sólo se deben considerar las violaciones al debido proceso, sino los derechos de las víctimas. Más aún, bajo el argumento de la impunidad, dejó en el Poder Judicial la responsabilidad sobre lo que pase con la seguridad pública en México. La respuesta del máximo representante del Poder Judicial, quien además de presidente la SCJN lo es también del Consejo de la Judicatura Federal, no tardó en llegar. Aprovechó la ceremonia del duocentésimo Sexto aniversario del natalicio de Benito Juárez García. Frente a Calderón y los representantes del Poder Legislativo, Silva Meza dijo: “Jueces, magistrados y ministros queremos un país en el que imperen la justicia y la igualdad, no la arbitrariedad; justicia, basada en instituciones y procesos, que hagan que sea justicia de verdad; no el abuso del poder que es paso previo al autoritarismo y a la impunidad y no la creencia de que la ley puede cumplirse a capricho”. En una clara respuesta a Calderón, quien el lunes pasado salió en un acto público en defensa de su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna –principal involucrado en la detención irregular de Cassez y en la preparación del montaje televisivo sobre la captura–, el presidente de la Corte se refirió también al respeto a los derechos humanos. Pidió la construcción de “un Estado ético, limpio y justo, que no viole los derechos humanos de nadie”. La referencia de Silva Meza aludió al proyecto del ministro Arturo Zaldívar, quien propone la liberación de Cassez por las violaciones a sus derechos consulares y a la presunción de inocencia cuando fue detenida, en diciembre de 2005, por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), encabezada entonces por García Luna. “Sacrifiquemos lo que sea necesario, los intereses personales, los intereses políticos, los intereses económicos, para así, desde la Constitución y la ley proteger y ponderar entre todos los derechos de todos”, dijo el presidente de la Corte. Reacciones de Calderón El presidente Felipe Calderón reaccionó de inmediato a las expresiones del ministro Silva Meza, con alusiones a Juárez quien, en su calidad de ministro no desconocía el derecho y entendía, no sólo la ley y la formalidad, sino sobretodo sus fines. Calderón, quien desde hace un año arreció sus críticas al Poder Judicial y ha mantenido una abierta oposición a que la SCJN reconozca la violación de garantías procesales a la francesa Florence Cassez, no pudo evitar arremeter contra el Poder Judicial, cuyo representante máximo, Juan Silva Meza, acababa de exigirle respeto a la división de poderes. El presidente sostuvo que era la hora de “liberarnos de las amarras que pretenden sujetarnos a un pasado de arbitrariedad, corrupción o impunidad” e insistió en que Juárez no separaba la ley de la justicia. El uso que del Benemérito hizo hoy Calderón estuvo plagado desde el inicio de referencias a la incomprensión que sufrió el héroe de la Reforma, quien hizo lo que debía hacer por la república. “En medio de la mezquindad colectiva, de la envidia y de la incomprensión, fue el artífice de la nación y el más férreo defensor de la soberanía”, dijo Calderón. Luego, citó a Juárez: “Me considero un arquitecto en medio de ruinas, que me afano por lograr la unión y la solidez de los multiplicados materiales para la grande obra de gobierno, mirando a veces con tristeza que no se secundan los esfuerzos de todos aquellos que nos hemos consagrado a trabajar sin tregua por la posteridad y la salvación de la patria”. Encomió después las proclamas liberales del juarismo, las vicisitudes de la Intervención Francesa y expuso: “Gracias  a la entereza y el liderazgo de Juárez, nuevamente, los mexicanos entonces triunfaron durante la Intervención Francesa y la derrotaron”. Y en alusión a la SCJN, dijo: “Sin desconocer el derecho, entendía perfectamente no sólo la ley y su formalidad, sino, sobre todo, sus fines, los fines que le son propios, y el impacto de la aplicación misma de la ley en la sociedad y en la convivencia”. Agregó: “Por ello, expresó ante el Congreso de la Unión, en septiembre de 1869: La aplicación de la ley contra ladrones y plagiarios ha producido ya un efecto conveniente para ahuyentar a los criminales y para contribuir al restablecimiento de la seguridad pública. Por eso, también, fue inflexible ante quienes, violando la ley, robaban, asesinaban o secuestraban a los mexicanos de entonces. “Juárez pudo, así, poco a poco, con la ley en la mano y con la justicia en el alma y en el corazón, restaurar el orden, la paz y la justicia, hasta que la muerte lo sorprendió. Hoy, como hace siglo y medio, la justicia y el derecho son los cimientos de la prosperidad y la libertad de la Nación”. Calderón comparó, como ha hecho en otras conmemoraciones históricas, el momento “de singular violencia” que vive el país con la época de Juárez y aprovechó para urgir a los legisladores a aprobar las reformas que su gobierno ha impulsado. “Por eso, es importante, y con todo respeto lo expreso, que las y los señores legisladores puedan valorar, discutir y aprobar leyes fundamentales para consolidar el Estado de Derecho, en estos momentos en que nuestro país vive tan singular amenaza criminal. “De estos cuerpos legales, enfatizaría quizá la importancia de regular en la Ley de Seguridad Nacional, el refuerzo indispensable y el ordenamiento de los procesos a seguir para que las Fuerzas Armadas de México tengan una mayor certidumbre en su tarea de preservar la seguridad interior del país, y de apoyar a las autoridades ministeriales y de seguridad en todo el territorio nacional, frente a los criminales, que destruyen el tejido social con su crueldad y con su barbarie imponen, precisamente, la inseguridad y la muerte”. Siguió con las iniciativas de ley de lavado de dinero, la de mando único, el procedimental penal… todo eso para lograr una patria libre, democrática y justicia como la que anhelaba Juárez. Como con el Poder Judicial, el Legislativo ha sido objeto también de las invectivas de Calderón que ya encarrerado depositó en este ultimo, la aprobación de sus iniciativas como único camino para fortalecer el estado de derecho.

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