Los juegos del hambre

martes, 10 de abril de 2012 · 17:49
MÉXICO, D.F. (apro).- Es una película para adolescentes pero no es cualquier saga hollywoodense basura, cursi y sin sustancia, como Crepúsculo; hay romance, acción, efectos especiales y jóvenes que luchan contra fuerzas oscuras, y tampoco es Harry Potter… Los juegos del hambre (The Hunger Games, EU-2012), dirigida por Gary Ross, es una apasionante cinta que además de tener elementos de un Blockbuster hollywoodense, contiene una fuerte crítica al poder político y la manipulación de la que hace uso a través de los medios de comunicación y de los espectáculos masivos. Adaptación de la novela de Suzanne Collins, expone una complicidad perversa que se apodera de la voluntad de la gente de una manera casi terrorífica. La película se desarrolla en el futuro, en donde Estados Unidos ha desaparecido. En su lugar se encuentra un país llamado Panem, integrado por 12 distritos gobernados por un lugar conocido como El Capitolio. Dichos distritos o estados viven con grandes carencias, al parecer todo se concentra en la capital. De hecho, en un principio fueron 13, pero una guerra civil propició que el Capitolio lo destruyera. A partir de esa fecha, y para no olvidar los horrores de la guerra, el Capitolio creó los Juegos del Hambre, un reality show en donde dos jóvenes de cada distrito (hombre y mujer) deben luchar a muerte. En ese contexto, nos encontramos con una chica del distrito 12, llamada Katnis (Jennifer Lawrence), quien caza animales para luego venderlos y así mantener a su familia. Por azares del destino, su hermana es elegida para participar en dichos juegos, pero es sumamente frágil, por lo que Katnis toma su lugar. El otro elegido del distrito12 es un chico llamado Peeta (Josh Hutcherson), quien proviene de una familia de panaderos; Peeta posee una vivencia breve pero importante con Katnis. Así pues, Peeta y Katnis deberán combatir a muerte en una justa monstruosa. Emocionante, mucho más para un público adolescente, y sumamente sustancioso, Los juegos del hambre, una trilogía, tiene el potencial de convertirse en la saga mitología del XXI, por encima de Harry Potter, e igual de importante que El señor de los anillos. En vísperas de elecciones, recordemos la premisa de Los juegos del hambre: la manipulación siempre se da a través de las emociones, sin importar el partido que sea.

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