MÉXICO, D.F. (apro).- Con la oferta de proteger los “bienes y familias” de los capitalinos, Miguel Ángel Mancera Espinosa arrancó este domingo su campaña rumbo a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Flanqueado por el fundador del PRD y primer jefe de  Gobierno Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y el actual mandatario de la capital,  Marcelo Ebrard Casaubón, Mancera se presentó en  el Monumento a la Revolución a su primer evento masivo desde que fue nombrado candidato del Movimiento Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) el pasado 2 de abril en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF). El exprocurador leyó con dificultad un discurso en que puso como centro de su promesa de campaña la seguridad pública, contrastando con el panorama nacional en que la violencia se ha enraizado en la mayor parte del territorio. “Mi prioridad es la seguridad de todas y todos ustedes –dijo Mancera. Fortalecer los esquemas operativos de seguridad pública y procuración de justicia en el marco de la ley y los derechos humanos, serán aspectos fundamentales para mi gobierno”. Con un alto margen de preferencias electorales en las encuestas, que en promedio lo colocan con arriba de 40% de simpatías, Mancera no prendió a sus simpatizantes pese a que coincidieron con él en que “sin seguridad no hay gobernabilidad y sin justicia no hay certidumbre social”. Con voz débil y en ocasiones con tropiezos en su lectura, Mancera prometió a sus simpatizantes que como gobernante, enfatizará “en la protección de sus bienes y sus familias”; que daría continuidad a los programas sociales de Marcelo Ebrard para generar “mejores condiciones de equidad (…) acciones fundamentales para evitar la violencia y mantener una vida pacífica, contrastante con el resto del país”. Miguel Mancera ofreció dar continuidad a los gobiernos perredistas de Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard. De este último, quien fuera su jefe, el candidato dijo que dará seguimiento a su planteamiento de “ciudad global” y el “plan verde”. El exprocurador, quien ha insistido en ser parte de la sociedad civil, se mostró abierto con las distintas expresiones políticas de los partidos que lo impulsan, les ofreció  que “serán escuchadas e incluidas”. Mancera apareció a las 11:00 horas en las pantallas gigantes instaladas a los costados del monumento, y durante 30 minutos caminó saludando de mano a sus simpatizantes que lo habían esperado atrás de vallas metálicas. Con una temperatura de 24 grados Centígrados, cientos de personas que buscaban hasta la sombra de un poste para protegerse del sol quemante, apenas y respondían a las arengas de la conductora del evento, la cantante Regina Orozco, que pedía porras para Mancera, para los personajes del templete, entre ellos su “ adorado Cuauhtémoc Cárdenas”,  Marcelo Ebrard y su esposa Rosalinda Bueso; los dirigentes nacionales de los partidos que postulan a Mancera, Manuel Camacho Solís, coordinador del DIA, así como los candidatos al Senado, jefes delegacionales, y diputados federales y locales. Antes de la llegada de los personajes del templete, perredistas se enfrascaron en fuertes discusiones con los organizadores porque se les impedía ocupar unas 200 sillas destinadas a invitados especiales que no llegaban al monumento a la Revolución. Quince minutos antes del arribo del candidato, los guardianes de las sillas vacías cedieron al reclamo y por micrófono se anunció que podían pasar a ocuparlas. Previo al discurso de Mancera, se exhibieron dos videos, uno con entrevistas a los tres jefes de gobierno del PRD y otro con imágenes del candidato desde su niñez a la actualidad. A las palabras del candidato le antecedieron el mismo Cárdenas que invitó a los asistentes a celebrar el triunfo de Mancera “la tarde noche” del primero de julio, de los dirigentes del PT y Movimiento Ciudadano, Alberto Anaya y Luis Walton, quien recibió silbatinas. También habló el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, quien destacó que ante la “crisis de inseguridad” que vive el país, la Ciudad de México se ha convertido en la más segura por aplicar un plan “integral de seguridad”, en el que Mancera habría sido fundamental. Al finalizar el evento, los candidatos a distintos cargos de elección popular se tomaron fotos con Mancera, sesión que fue interrumpida por el sonido del Himno Nacional, la señal para que los simpatizantes huyeran de la plancha ardiente del Monumento a la Revolución, directo a los camiones o microbuses que desde muy temprano los llevaron.