El falso "Chapito": la torpeza que aniquila a Josefina

Echó las campanas al vuelo, se regodeó con la captura del hijo del jefe del Cártel de Sinaloa, se iluminó con las felicitaciones de Washington al gobierno de Felipe Calderón y sentenció: “Como presidenta no descansaré hasta regresar al Chapo Guzmán a la cárcel” porque “el PAN no pacta con narcotraficantes”. Pero el gusto no le duró más de un día a la candidata panista Josefina Vázquez Mota. Primero el abogado del joven detenido el jueves en Zapopan y luego la DEA afirmaron que, en realidad el capturado no era el hijo del narcotraficante más buscado... MÉXICO/WASHINGTON (Proceso).- La candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, acabó como una víctima más del “combate al narcotráfico” de Felipe Calderón. Empeñada en explotar los vínculos de priistas con la delincuencia organizada, se empantanó con el anuncio de la presunta detención del hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, jefe del Cártel de Sinaloa. Arrinconada en el tercer lugar en las intenciones de voto de la elección presidencial, intentó utilizar la “guerra” antinarco de Calderón para sacar ventaja política de la inseguridad y la violencia desbordada en México. El anuncio del gobierno de Calderón sobre la captura de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, El Alfredillo, y la consiguiente felicitación del gobierno de Estados Unidos se sumaba a ese botín político a 10 días de las elecciones. La mañana del jueves 21 la Secretaría de Marina anunció la detención del “presunto” hijo del Chapo y por la tarde lo presentó como tal ante la prensa en la Procuraduría General de la República (PGR) y como el operador y administrador de los millonarios bienes de su padre. La Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA) avaló la información y recordó que la justicia estadunidense lo quiere en extradición. Pero la confusión generada por el propio gobierno de Estados Unidos al desdecirse de la identidad del detenido descolocó al gobierno de Calderón y exhibió el oportunismo de la candidata, quien a pocas horas de la noticia de la aprehensión ya estaba anunciando incluso “la detención” del Chapo en su eventual gobierno “porque el PAN no pacta con narcotraficantes”. El nuevo golpe fallido al jefe más conocido del Cártel de Sinaloa se anunció cuando Vázquez Mota cerraba campaña en Baja California. En Tijuana la tarde del jueves 21 aseguró: “Yo como presidenta no descansaré hasta regresar al Chapo Guzmán Loera a la cárcel, hasta que enfrente la ley y podamos reconstruir la paz”. Poco antes, en Mexicali, había pedido un aplauso para la Marina por la captura. La detención del hijo del Chapo afianzaba sus críticas al PRI y a su candidato presidencial Enrique Peña Nieto. Apenas el pasado 30 de mayo había ofrecido encarcelar al Chapo, al exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington y al extesorero de Coahuila, Javier Villarreal, casos que detonaron en pleno proceso electoral. “No tengo duda que en la próxima administración, a más tardar, estaremos encarcelando al Chapo, a Yarrington, al extesorero de (Humberto) Moreira (exgobernador de Coahuila) y a muchos otros que acompañan al candidato del PRI y que están acusados de lavado de dinero y de ser cómplices del crimen organizado”, dijo la panista. “La lista es muy larga y en ella hay muchos que han acompañado al candidato del PRI y que al igual que El Chapo tienen que estar frente a la ley y en la cárcel”, añadió en respuesta a Peña Nieto. Un día antes el candidato priista había culpado a los gobiernos del PAN de haber convertido al narcotraficante sinaloense en uno de los hombres más ricos del mundo que figuran en la lista de la revista Forbes, luego de haberse fugado del penal de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, en enero de 2001 al inicio del gobierno de Vicente Fox. Ya con la tendencia electoral en contra, el 27 de enero, en Reynosa, Tamaulipas –estado que se disputan Los Zetas y sus antiguos aliados del Cártel del Golfo– Vázquez había pedido “cadena perpetua” para los políticos vinculados con la delincuencia organizada. Confusión, dudas La celebración por la detención del alegado hijo del Chapo junto con otro joven, acabó en una pifia para la candidata cuando la noche del mismo jueves 21 se empezó a desmentir la identidad del principal acusado, a quien la Marina había aprehendió en Zapopan, Jalisco. Durante todo el viernes 22 prevaleció la confusión. En la Ciudad de México y Guadalajara abogados y familiares de los detenidos negaron algún parentesco con El Chapo mientras que la DEA, que inicialmente se había colgado medallas en la detención, cambió de parecer y atribuyó la confusión a sus informantes. Fuentes federales de seguridad consultadas por Proceso insistieron en todo momento en que el detenido sí era el hijo del capo sinaloense, incluso después de que la DEA se echara para atrás. “Desde un principio la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) no lo quería recibir. Pero con la presencia y presión de Estados Unidos lo recibió. Llegando le tomaron sangre para hacer la prueba de ADN y quedó confirmado. En ese momento se hizo una tarjeta informativa a la Presidencia de la República”, relataron. Aseguraron que la DEA “lo ubicó en el lugar y tiempo” y luego la Marina se desplegó para capturarlo. Pero en medio de la confusión, a las seis de la tarde del viernes hubo una reunión en Los Pinos en la que estuvieron Marisela Morales, titular de la PGR; el almirante Francisco Saynez, secretario de Marina y representantes de la DEA en México. Horas antes el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, había estado en la residencia oficial, donde al término de un acto oficial dijo que le tocaba a México clarificar el asunto. En la reunión vespertina en Los Pinos la decisión fue dejarle la responsabilidad a la PGR. Pocas horas después la dependencia emitió un comunicado de tres párrafos en los que se asegura que se trató de “una estimación” de la Marina que el detenido podría ser el hijo del Chapo. “Tras realizarse las pruebas necesarias para conocer su identidad, se ha llegado a determinar que los presentados son Félix Beltrán León y Kevin Daniel Beltrán Ríos, de 23 y 19 años de edad, respectivamente”, informó. La PGR tuvo que desmentir otro comunicado que había emitido al mediodía del viernes según el cual el Ministerio Público Federal hizo las comprobaciones periciales necesarias para confirmar, a plenitud, la identidad de los detenidos. Para quienes en el gobierno federal sostienen que sí se trata del Alfredillo la confusión fue una estrategia “para dejarlo ir o quitarle la prensa de encima”. Los abogados salieron a los medios para desvanecer la versión. Quieren desviar a los medios y que el gobierno pierda veracidad. Hay mucho dinero de por medio e indiferencia oficial para adjudicar responsabilidades, aseguraron. Al festejo de la detención se había sumado la DEA, que además de reivindicar su participación en el arresto había felicitado al gobierno de Calderón por “el éxito” en la aprehensión de quien Estados Unidos requiere en extradición, acusado de narcotráfico y lavado de dinero. “La Marina de México sin duda hizo un excelente trabajo; pero el arresto del Alfredillo se derivó de la información que obtuvimos por parte de varios informantes que trabajaban con él; y se la entregamos a la Marina”, dijo el jueves a Proceso un alto funcionario de la DEA en Washington. “Y sí”, subrayó, “el joven que detuvo la Marina mexicana sí es Jesús Alfredo Guzmán Salazar, el hijo del Chapo. Lo comprobó la DEA en México con otros informantes allegados al Cártel de Sinaloa”, añadió el funcionario quien habló a condición de guardar su anonimato. Con la información que los agentes de la DEA asignados a Jalisco le entregaron al gobierno mexicano, la Marina organizó un operativo “impecable” que dio como resultado el arresto del Alfredillo y su acompañante, Kevin Daniel Beltrán Río, dijo la fuente. “Hay una situación muy importante en todo este desconcierto. Es muy conocido dentro de la DEA y de las agencias federales de México que toda la familia directa del Chapo, sus hijos, esposas y sobrinos tienen distintas identidades precisamente para evitar que sean detenidos o rastreados con tanta facilidad”, añadió. Sobre la diferencia entre las fotografías que se conocían del Alfredillo con el joven presentado por la Marina el funcionario aseguró haber visto fotos incluso de cuando era niño. “Si se dan cuenta, en todas le da un aire al Chapo, se parece a él. Sólo que ahora está un poco más gordo”. Sin embargo, casi 24 horas después la DEA se desdijo. Fuentes que pidieron el anonimato aseguraron a este medio en la capital estadunidense que no se trata de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, sino de un sicario que trabaja para El Chapo. Explicaron que sus informantes en México les filtraron la información del sitio donde se encontraba y acostumbraba moverse el hijo del Chapo en Zapopan y que así se lo hicieron saber a las autoridades mexicanas. ...Que siempre no Las dudas sobre la verdadera identidad del sujeto hicieron que la DEA consultara a otros informantes –“que sí conocen y trabajan con el hijo del Chapo”, acotaron– y éstos le confirmaron que, en efecto, el detenido no era Jesús Alfredo Guzmán, aunque aseguraron que sí estaba al servicio de éste. Una vez que se hizo pública la detención, la polémica surgió cuando el abogado del joven capturado, Heriberto Rangel Méndez, dijo al periódico Reforma en la Ciudad de México que las dos personas arrestadas por la Marina eran Félix Beltrán León y Kevin Daniel Beltrán Río, como después aceptó la PGR. Como prueba de su argumento entregó al diario una copia de la credencial de elector de Félix Beltrán León y una de su licencia de conducir. La credencial del IFE a nombre de Beltrán León lo señala como oriundo de Tamazula, Durango, y la licencia de manejar indica que vive en Culiacán, Sinaloa. En Guadalajara, Elodia León Vera, madre de Félix Beltrán León dio una conferencia de prensa para desmentir a la PGR y a la Marina. Acompañada por Verónica Guerrero, abogada de la familia, Elodia León –quien viajó desde Sinaloa– dijo que su hijo Félix y su medio hermano Kevin son hijos de Eladio Beltrán, un ganadero y agricultor de Sinaloa. Sin embargo no mostró documentación oficial. Según reporta el corresponsal de Proceso en Jalisco, Alberto Osorio, después de casi tres horas de espera la conferencia de prensa tuvo lugar a unas calles de donde cayó abatido por militares el lugarteniente del Chapo Guzmán, Nacho Coronel, el 29 de julio de 2010. Los más de 60 periodistas nacionales y extranjeros que asistieron sobrellevaron la larga espera porque fueron atendidos sin límites en el restaurante, porque “la cuenta ya está pagada por adelantado”, según dijo una empleada. Desde la noche anterior circuló una invitación a los periodistas, supuestamente firmada por la familia Guzmán Loera. “Esperamos contar con la presencia de los representantes de los medios de difusión para dar a conocer asuntos muy importantes relacionados con la detención de un individuo que las autoridades federales dicen que forma parte de la familia Guzmán Loera. Nosotros les demostraremos lo contrario”, decía. Las dos mujeres dijeron desconocer por qué la convocatoria fue lanzada a nombre de la familia Guzmán Loera. Sobre la detención dijo que “es un golpe electoral” y aseguró que su hijo radica en esta ciudad desde hace dos años y que se dedica a la compra-venta de autos. En el encausamiento judicial numero 09CR383 en manos de la Corte Federal del Distrito Norte del estado de Illinois, Guzmán Salazar y su padre, junto con otras nueve personas, están acusados de “conspirar” para traficar a Estados Unidos más de 200 toneladas de cocaína y de haber obtenido unos 5 mil 800 millones de dólares por la distribución y venta del alcaloide. En la ficha sobre la estructura de mando del Cártel de Sinaloa elaborada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se establece que El Alfredillo nació el 17 de mayo de 1986 en Zapopan, Jalisco. Aparece además una fotografía de Guzmán Salazar adolescente, un poco distinta a las que tienen las dos identificaciones que presentó a Reforma Rangel Méndez, y con más diferencias que la imagen del joven detenido por la Marina en Zapopan. También hay una fotografía de la mujer con quien El Chapo procreó a Alfredillo, María Alejandrina Salazar Hernández, nacida el 17 de julio de 1958 en Culiacán, Sinaloa, con la CURP SAHA580717MSLLRL07 y el RFC SAHA580717AP6. Apenas el pasado 7 de junio la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro había designado a Salazar Hernández y a Guzmán Salazar como los narcotraficantes más significativos, achacándoles la responsabilidad del manejo de las finanzas y coordinación del trasiego de drogas dentro del Cártel de Sinaloa. En la causa que se le sigue en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, con sede en Chicago, entidad donde también se realizan las audiencias preliminares del juicio contra Jesús Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, al hijo del Chapo se le reconoce como uno de los principales jefes en la estructura de mando del Cártel de Sinaloa. “Alfredo Guzmán Salazar y Jesús Vicente Zambada Niebla coordinaban sus actividades de tráfico de narcóticos para importar al interior de México múltiples toneladas de cocaína procedente de países de Centro y Sudamérica, incluyendo Colombia y Panamá”, se lee en la causa judicial. El expediente criminal elaborado por el Departamento de Justicia añade que Guzmán Salazar y Zambada Niebla “utilizaban varios métodos de transporte, incluido el uso de un Boeing 747 de carga, aviones privados, submarinos y otras embarcaciones sumergibles y semisumergibles; contenedores marítimos, lanchas rápidas, veleros de pesca, autobuses, trenes, tractocamiones y automóviles”. En manos del juez federal Rubén Castillo, quien presidirá el juicio contra El Vicentillo –que tendrá lugar en el próximo octubre (Proceso 1832)– el expediente puntualiza que El Alfredillo y Zambada Niebla (hijo de Ismael, El Mayo, Zambada, número dos del Cártel de Sinaloa) “traficaron a distintos puntos de Estados Unidos cientos de kilos de cocaína así como múltiples kilogramos de heroína”. En el encausamiento 09CR383 develado el 5 de agosto de 2009, el gobierno estadunidense los acusa de operar, entre 2005 y 2008 toda una estructura de distribución y venta de narcóticos, así como de tácticas sofisticadas para lavar y enviar a México el dinero procedente de la venta de los enervantes. El hijo del Mayo, cuyo argumento de defensa sostenía que es inmune a la justicia estadunidense porque firmó un acuerdo con la DEA para convertirse en su informante, ya fue descartado por el juez Castillo (Proceso 1823 y 1826). Por ello según algunos expertos en juicios por narcotráfico y lavado de dinero, el arresto y eventual extradición a Chicago del hijo del Chapo podrían forzar a la defensa del Vicentillo a concretar un acuerdo con el Departamento de Justicia. Según los expertos, a cambio de una condena menos severa que la que le pueda dictar el juez Castillo, de ser declarado culpable El Vicentillo podría lograr un acuerdo con el Departamento de Justicia para informar a detalle sobre las actividades del Alfredillo en el Cártel de Sinaloa. La próxima audiencia de preparación del juicio del Vicentillo tendrá lugar el próximo jueves 28.

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