TOLUCA, Mex. (apro).- En el cierre campaña en su propia tierra natal, rodeado por los exgobernadores mexiquenses y la cúpula priista, el candidato presidencial Enrique Peña Nieto, reiteró que su triunfo el próximo domingo será “contundente e inobjetable”. Sin poder ocultar el ostentoso despliegue de recursos, el candidato priista no emitió ningún mensaje político, repitió sus ofertas de campaña, presumió sus logros como exgobernador e incorporó a sus promesas la propuesta del perredista Andrés Manuel López Obrador para “bajar la tarifa de los servicios de energía eléctrica” si gana la presidencia de la República. Peña Nieto firmó cuatro compromisos de campaña para la zona del Valle de Toluca: la construcción de un distribuidor vial; la ampliación a ocho carriles de la carretera México Toluca; la construcción de un tren interurbano Toluca distrito Federal y un puente elevado. Presente, el gobernador Eruviel Ávila reiteró que el Estado de México será la entidad que aportará más votos el próximo 1 de julio. “Este arroz ya se coció y se coció muy bien. A todos nos va a ir mejor con Peña Nieto de Presidente”, reitero el mandatario mexiquense. Entre los burócratas presentes, más de dos mil pertenecientes a la estructura del gobierno estatal, las apuestas eran para saber si Peña Nieto tendrá los tres millones de votos que obtuvo Eruviel Ávila en la campaña estatal del 2011 o se lograrán elevar la “cuota” a cuatro millones de votos. La candidata priista municipal por Toluca, Martha Hilda González Calderón, recordó que hace 54 años, en 1958, Adolfo López Mateos concluyó en la misma plaza su gira como candidato a la Presidencia y pronosticó que Peña Nieto será segundo presidente de la República de origen mexiquense. El entusiasmo de los cerca de 20 mil asistentes, la mayoría traídos de zonas cercanas al Valle de Toluca, se fue apagando a pesar de los miles de utilitarios repartidos y la música a todo volumen con canciones alusivas a Peña Nieto. Para muchos jóvenes la única novedad fue la presentación del cantante Alejandro Fernández al final del mitin, como “gran amigo” de Peña Nieto.