Música: Terminó el Foro de Música Nueva
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Concluyó exitosamente el XXXIV Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez (FIMNME), cuyo director artístico, Eduardo Soto Millán, comentó que éste sigue llevando al público lo más novedoso de los compositores contemporáneos. Es muy amplia la lis: Mario Lavista, Ana Lara, el propio Enríquez, Javier Álvarez, John Cage, Arvo Pärt, Juan Trigos, Jae-moon Lee, Alicia Urreta, Leonardo Coral, y un largo etcétera; más de 100 compositores de 25 países; en 24, se estrenaron 70.
Soto Millán declaró que “este foro permite confirmar la certeza respecto del pueblo que somos: un país altamente musical. Es un espacio para que la música de hoy, con toda su libertad y en la eminencia del universo, llegue a nuestros oídos y corazones”.
El último concierto estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez, dirigida por el talentoso Miguel Salmon del Real, quien alternó obras de estreno con piezas ya escuchadas. Destacó el Segundo concierto para piano de Marcela Rodríguez. Este foro es sin duda uno de los más importantes del mundo, donde el público asiste deseoso de escuchar música nueva; vimos auditorios llenos, cuando no hace mucho la gente le rehuía. El foro ha venido a más en los últimos años. Su programación se ha visto enriquecida: incluye un mayor número de obras y estrenos, cada vez más compositores de muy diversas procedencias nacionales y extranjeras, y se le han abierto espacios a otros públicos y a nuevos ensambles y solistas.
Al respecto Miguel Salmon del Real destacó para Proceso que “fue un privilegio participar como director invitado en tres ciudades distintas al frente de las orquestas Filarmónica de Jalisco en Guadalajara, Sinfónica Juvenil Carlos Chávez en el DF, y Sinfónica de la Universidad de Hidalgo en Pachuca.”
Una de las mayores conquistas del foro fue su descentralización, su visión hacia los estados de la República, ejemplo de lo cual son estos tres conciertos.
Hay mucho talento en toda la República Mexicana –continuó Salmon del Real–, “un gran potencial esperando abordar los mayores retos musicales, técnicamente hablando, los cuales están contenidos en el repertorio de los siglos XX y XXI. Una generación joven, preparada, acepta con entusiasmo estrenar nuevas obras y, sobre todo, un público que muchas veces no sabíamos que estaba allí… ya lo está. Para el repertorio contemporáneo dos semanas de ensayos y no sólo una, representarían un marco más justo de tiempo para vencer los retos técnicos del repertorio nuevo. Pero hoy día hay que trabajar en sólo una semana, según el molde tradicional. Las orquestas juveniles en varios países del mundo han dedicado mayor tiempo al ensayo de las obras contemporáneas. Una orquesta profesional también debería hacerlo.
Las escuelas de música incluyen en sus programas de estudio muy poco repertorio de los siglos XX y XXI. Así que el músico egresado, a excepción del aventurero, se siente en tierra extraña al abordar música nueva. La técnica que exige el repertorio contemporáneo, por su complejidad, redundaría en una mayor habilidad en la música clásica.
Hay que promover posgrados en música contemporánea así como crear centros independientes para el estudio y experimentación de dicho repertorio, centros que equivaldrían a los institutos de investigación científica universitarios donde los esfuerzos de los académicos más brillantes y preparados estén al servicio de su país, por medio de una visión puesta en el futuro.