Caravana: víctimas piden a Obama detener la guerra antinarco

domingo, 26 de agosto de 2012 · 21:56
HOUSTON, Texas (proceso.com.mx).- En una sesión de intercambio de testimonios en la iglesia metodista de Saint Paul, víctimas de la guerra contra las drogas y agrupaciones de México y Estados Unidos pidieron al presidente Barack Obama detener la guerra contra las drogas y cambiar esa estrategia que sólo está generando más violencia. Cherry Steinwender, de la comunidad afroamericana de esta ciudad dio, la bienvenida a la Caravana por la Paz y dijo que la presencia del poeta Javier Sicilia en Estados Unidos es estratégica, porque llega en el momento que se prepara la elección presidencial y es necesario que se escuche la voz de la sociedad. “La guerra en México también nos afecta, debemos empezar a ver  que también está afectando aquí a miles y en todo el mundo. Tenemos que cambiar esta política que está afectando los dos lados de la frontera”, destacó la lideresa afroamericana. Cristina Kovic, antropóloga de la Universidad de Houston Cleark Lake, apoyó esta demanda al gobierno de Obama al afirmar que la guerra contra las drogas es una mentira, porque en realidad es contra la gente pobre. La Caravana por la Paz, dijo la académica, viene a concientizar, sobre todo en Houston, que tiene una alta tasa de muertes por violencia y drogas. Javier Sicilia, por su parte, dijo que esta guerra en realidad no es contra las drogas sino contra la gente pobre, sin distinción de raza. Advirtió que los gobiernos de México y Estados Unidos están mostrando que han decidido arrodillarse ante los señores de la muerte. En el caso de Felipe Calderón, criticó que haya decidido no contar más las víctimas de su gobierno. “No sabemos cuántos muertos, desaparecidos, viudas y huérfanos hay. Cuando se tome en serio contarlos, veremos el horror”, manifestó el poeta en la reunión celebrada en un amplio salón donde hablaron también mexicanos que han tenido que huir del país por la violencia. Sicilia convocó a los ciudadanos norteamericanos a expresarse. “Cuando los gobiernos pierden su rumbo es tiempo que salga la gente, si no lo hacemos perderemos nuestras vidas, nuestras libertades, la democracia”. Ante algunos representantes de la comunidad afroamericana y de Centroamérica, el poeta dijo que los gobiernos han traicionado esas libertades y que esta guerra está auspiciando las sociedades cerradas. “No podemos permitirlo, hay que ir a Washington a decir: ¡paren esta guerra, hay que establecer la paz! Y sólo la gente puede hacerlo”, aseguró. Por su parte, representantes de la agrupación Alianza Mexicana, de LEAP, integrada por expolicias y exmilitares a favor de la legalización de las drogas y grupos de exiliados de Centroamérica, se unieron a la demanda de parar la narcoguerra. “Para los pesimistas que decían qué hará este pobre hombre, les decimos que la Caravana ha dado voz a muchos”, dijo Ricardo Rivera, un joven estudiante de Monterrey que huyó con su familia tras el secuestro de su hermano Roy el año pasado. María Herrera, una de las víctimas de la Caravana, pidió a Obama que escuche el llamado de la Caravana y de los latinos que exigen paz. “Que toque su corazón, que recuerde que gracias al voto de muchos latinos subió al poder, le hacemos un llamado para que nos escuche”. Más noche, la Caravana e integrantes de Alianza Mexicana, de un grupo de #YoSoy132 de varias ciudades texanas y de una asociación por la legalización de la mariguana, realizaron una marcha por la paz en las cercanías de la iglesia Rothko, bajo la vigilancia de la Policía. Las agrupaciones estadunidenses hicieron un llamado para que la gente asista a la manifestación de la Caravana en Washington el 12 de septiembre y que cada persona invite a otras cinco. La marcha se hizo sobre las banquetas porque no había permiso y la manifestación en el jardín de la iglesia. Ahí, las organizaciones texanas y la Caravana mexicana hicieron oraciones por la paz en una celebración que llamaron “del corazón y contra la guerra antidrogas2. “Queremos que acabe la guerra ya”, manifestaron caravaneros e integrantes de la sociedad civil norteamericana.

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