MÉXICO, D.F. (apro).- A cinco semanas de haber iniciado el ciclo escolar oficial, los estudiantes laicos de Nueva Jerusalén siguen sin poder tomar clases y han optado por implementar un esquema “extramuros”, en el que los mayores enseñan a los más chicos. El grupo disidente nombró a Jorge Cázares, líder de la Sección 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), como su intermediario ante las autoridades michoacanas en el conflicto que mantienen con el grupo de fanáticos religiosos liderados por Martín de Tours. Desde el miércoles pasado, unos 26 alumnos de preescolar y 48 de primaria toman clases en una casa particular de la comunidad de La Ermita debido a que sus padres se han negado a aceptar la propuesta de las autoridades de llevarlos a las aulas provisionales que construyó en La Injertada. Debido a que los maestros tienen la instrucción del gobierno de asistir a La Injertada, a pesar de que ningún niño se ha presentado,  los laicos diseñaron un esquema en el que las clases se imparten de la siguiente manera: los alumnos de telesecundaria enseñan a los que cursan quinto y sexto grado de primaria; los de 6, a los de 4 y 3; y los de 5 a los de 2 y primer año. Este lunes, no se impartieron las clases extramuros en la Nueva Jerusalén debido al puente con motivo de la celebración de la Independencia, pero se espera que se reanuden este martes 18. Omar Montero, representante de la sociedad de padres de familia, reiteró que ya decidieron que sus hijos no asistirán a clases a La Injertada. Comentó que las aulas provisionales que se construyeron en el lugar no son adecuadas porque son muy calientes, además que el puente que comunicaría ambas comunidades no había sido terminado hasta el domingo pasado, por lo que continúan sin llegar a un acuerdo con el gobierno del estado. El representante comentó que están a la espera de que el líder regional de la CNTE, a quien los padres de familia nombraron su representante en el conflicto, se ponga en contacto con el gobierno estatal “para ver alguna propuesta”. Comentó que el pasado sábado 15, el subsecretario de Gobernación del estado, Fernando Cano, se reunió en Nueva Jerusalén, con Hermenegildo Ceferino, representante de los padres de familia del grupo de laicos, con el fin de lograr iniciar el ciclo escolar dentro de la zona de Nueva Jerusalén y no en La Injertada, pero no llegaron a acuerdos definitivos. En tanto, la relación entre el grupo de laicos encabezados por el obispo Santiago Mayor y el grupo de fanáticos religiosos liderado por Martín de Tours, que en julio pasado derribó la escuela “Vicente Guerrero”, sigue siendo tensa aunque no se han registrado nuevas confrontaciones. Más de dos meses después de que los fanáticos religiosos derribaron la escuela, ninguno ha sido detenido debido a la tardanza del gobierno en liberar las órdenes de aprehensión. Sin embargo, el secretario de Gobierno, Jesús Reyna, descartó la posibilidad de que los responsables puedan darse a la fuga. “Esperemos que no porque si el problema es precisamente la convivencia dentro de la comunidad, creo que no sucederá de esa manera”, confió. Reyna también afirmó que el gobierno de Fausto Vallejo está comprometido en que estos hechos no queden en la impunidad y los responsables sean castigados. Desde la semana pasada, la Procuraduría General de Justicia del estado informó que la investigación sobre la destrucción de la escuela estaba concluida y que sólo restaba que el juez correspondiente emitirá las órdenes de aprehensión. Sin embargo, hace días el propio gobernador justificó la tardanza en la aplicación de la ley al señalar que se quería evitar un “michoacanazo” en este caso.