"Abraham Lincoln, cazador de vampiros": propaganda y de la mala

martes, 18 de septiembre de 2012 · 14:10
MÉXICO, D.F. (apro). Abraham Lincoln, cazador de vampiros (Abraham Lincoln: Vampire Hunter, EU-2012), es parte de la nueva moda de blockbusters literarios de reinventar viejas historias, como es el caso de la novela Orgullo y Prejuicio que en una versión moderna se convirtió en Orgullo, prejuicio y zombis. Basada en el libro homónimo de Seth Graham-Smith, Abraham Lincoln, cazador de vampiros juega con los huecos históricos de la vida del expresidente de Estados Unidos para desmitificar la leyenda y contar la “verdadera historia”. Supuestamente, y como el título indica, Lincoln fue en realidad un cazador de vampiros, y la guerra civil estadunidense un enfrentamiento entre vampiros y humanos cuyo propósito era liberar a éstos del yugo vampírico de los terratenientes de los estados del sur. Si bien este juego histórico-cinematográfico-literario de la cinta dirigida por Timur Bekmambetov, resulta divertido en el papel, en la realidad es un juego bastante desabrido cuyas batallas de acción entretienen por momentos. En un contexto paranormal, la leyenda de Abraham Lincoln no se desmitifica sino que se engrandece, pero en su conjunto no pasa de ser una película hollywoodense de medio pelo. La historia comienza con un desafortunado encuentro de Lincoln con un sádico vampiro durante su infancia, recuerdo que impregnará en nuestro héroe un incontrolable deseo de venganza. De ahí, Abraham se encuentra con un par de aliados, entre ellos su mentor Henry Sturges (Dominic Cooper), su amigo de color Will Johnson (Anthony Mackie) y su esposa Mary (Mary Elizabeth Winstead), y de ahí todo desemboca en una guerra por liberar a la humanidad en contra de un poderoso terrateniente vampiro llamado Adam (Rufus Sewell). Los personajes son bastante planos y por lo mismo la historia se vuelve predecible. Las emociones de los caracteres quedan confinadas a las escenas de acción, que al final de cuentas resultan poco memorables. Una cinta mediocre de propaganda estadunidense a favor de su rol como próceres de la libertad mundial.

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