Festival de Salterio en Querétaro
QUERÉTARO, QRO. (Proceso).- El Quinto Festival Internacional de Salterio se llevó a cabo en esta ciudad del 23 al 30 de septiembre, con intérpretes provenientes de Austria, Hong Kong, Japón y México.
Salterio proviene del griego “psalterion” y se refiere a los Salmos del rey David contenidos en la Biblia; por antonomasia se refiere a una serie de instrumentos de forma trapezoidal y caja de madera sobre la cual se tienden cientos de cuerdas metálicas (antaño de tripas de gato) que se tañen con unas uñas artificiales colocadas en los dedos o con unas pequeñas baquetas metálicas.
El instrumento es muy similar a la cítara con la que, se supone, el rey de los hebreos se acompañaba al cantar sus salmos; tanto en la cultura judía como en la islámica se popularizó y fue llevado a España por los árabes. Llegó a México en tiempos de la conquista. A finales del período barroco casi desapareció, eclipsado por la aparición del pianoforte, pero las ventajas del salterio, su portabilidad y dulce sonido lo mantuvieron vigente, y últimamente ha resurgido en todo el mundo.
En México tomó carta de naturalización tanto en el universo de la música culta como en la popular; los músicos ambulantes tocaban con él sus “sonecitos” antes de la independencia, y en el siglo XX lo encontramos en el inolvidable trío formado por la cantante Chavela Vargas, la guitarra de Antonio Bribiesca y el salterio de Antonio Romero Ruiz. En los años ochenta Carlos Curti funda la Orquesta Típica Mexicana, donde el salterio tiene un papel preponderante.
Alejandra Barrientos, intérprete del instrumento y coordinadora del Quinto Festival Internacional de Salterio, comenta para Proceso:
“No es casual que en Querétaro se dé con fuerza y contundencia el renacimiento del salterio, mediante la exploración de sus posibilidades técnicas, propiciando que los compositores mexicanos encuentren en él un instrumento eficaz para su creación musical como se constata con el estreno de la obra El breve momento de la vida, de Eduardo Soto Millán, o Retazos, de Marta García Renart y Fantasía mexicana, de Francisco Núñez.”
También en Querétaro el salterio se utiliza como eficaz medio para la enseñanza musical. El resultado lo tenemos en la orquesta infantil de salterios Macochi Dulcemelos. Con la mirada puesta en el futuro se continúa con la promoción del instrumento a través del Segundo Concurso Nacional Infantil de Salterio, donde niños de siete a 17 años demostrarán su talento interpretativo; podrán puntear, tañer, rasgar, acariciar y sentir sus cuerdas, lo que equivale a sentir la vida y sus emociones.
El breve momento de la vida para salterio, piano y orquesta sinfónica, sorprendió por la belleza de su orquestación, el hábil manejo de los diversos timbres orquestales y de los solistas (sus insólitas combinaciones), logrando una partitura de rara perfección y equilibrio.
“En esta obra encontramos la reiteración y al mismo tiempo una síntesis de varios postulados musicales y extra musicales en donde Cowell, Ives, Brant, Cage y Pärt, entre otros, permean la obra”, declara Soto Millán.
No se trata de un concierto para solistas y orquesta, más bien es una suerte de divertimento concertante. Obra dedicada a los solistas y coordinadores de este festival, Alejandra Barrientos y el pianista Héctor Larios, que conforman el dúo Dulcemelos.