MORELIA, Mich. (proceso.com.mx).- La mejor película del décimo Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) es No quiero dormir sola, de Natalia Beristáin Egurrola, quien de la emoción primero manifiesta en voz alta: “¡Qué chingón!”… Tomó un poco de aire y con palabras entrecortadas agradece al FICM “por generar un espacio que apuesta por el cine mexicano, por los nuevos realizadores. Recibir este reconocimiento entre tanto buen largometraje está de poca madre. Este filme se hizo con poca gente”. La historia es sobre una actriz de la tercera edad y su nieta, una joven. La vida de la chica cambia radicalmente al ver que su abuela se deteriora físicamente. Beristáin Egurrola, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), también es la guionista, junto con Gabriela Vidal. La directora cuenta que se basó en una historia personal y desea que con este relato ficticio se valore más a la gente de la tercera edad. Actúan Mariana Gajá y Adriana Roel. Así recibe la escultura Ojo, creada por el artista Gabriel Marín, y 120 mil pesos. En tanto, el Premio del Público recae en  I have love, de Humberto Hinojosa. Trata de una historia de amor de adolescentes. Un joven queda ciego tras un accidente y cuando se enamora empieza a ver. Se le pregunta al director que destaca de su filme, y menciona que las actuaciones: “La verdad logramos hacer un casting increíble, creo que seguramente veremos a los actores en más películas a partir de ésta, tienen mucho talento e intuición de cómo interpretar a un personaje por más complejo que éste sea”. Inori, de Pedro González Rubio, adquiere mejor largo documental. El mejor documental dirigido por una mujer incurre en No hay lugar lejano, de Michelle Ibane. Los premios de cortometraje son: Para armar un helicóptero (ficción), de Izabel Acevedo; Las tardes de Tintico (animación), de Alejandro García Caballero, y  Paradero norte (documental), de Daniel Ulacia. Y el premio de mejor película de la Sección Michoacana cae en Epilepsia, de Salvador Tinajero.