MÉXICO, D.F. (apro).- La Mujer Sinaloa 2012, María Susana Flores Gámez, ultimada durante un enfrentamiento entre presuntos narcotraficantes y militares, sí disparó un arma de fuego durante ese incidente, de acuerdo con las autoridades de esa entidad. La Secretaría General de Gobierno dio a conocer que el cuerpo de Flores Gámez dio positivo a la prueba de rodizonato de sodio. La Procuraduría General de la República (PGR) tiene a su cargo la investigación y esclarecimiento del caso. Esa dependencia tiene las pruebas de que la reina de belleza efectuó disparos. En tanto, un funcionario de la PGR cercano al caso reveló a la agencia Associated Press (AP) que la mujer fue usada como escudo humano por los gatilleros. De acuerdo con la fuente, quien pidió el anonimato porque no está autorizada para hacer declaraciones sobre la indagatoria que se sigue, la también participante del certamen Nuestra Belleza Sinaloa 2012 bajó del auto en el que viajaba con un arma en las manos. Refirió que de acuerdo con el reporte militar, los presuntos narcotraficantes se escondieron detrás de María Susana, cuando descendió del vehículo en medio del tiroteo registrado la madrugada del sábado 24 en la localidad de Mocorito, cerca de Guamúchil, ciudad natal de la modelo. El funcionario dijo a AP que aún esperan pruebas periciales de los fiscales estatales para conocer más información. Las autoridades estatales informaron el lunes pasado que el cuerpo de la joven, de 20 años, fue hallado al lado de un fusil y que ella iba en uno de los vehículos de los presuntos narcotraficantes. Durante el enfrentamiento y persecución, otros dos presuntos pistoleros murieron y cuatro fueron detenidos. Aunque las autoridades no han aclarado a qué cártel pertenecen los gatilleros, se presume que son del de Sinaloa, liderado por Joaquín, El Chapo Guzmán. La tarde de este lunes, el procurador general de Justicia del estado, Marco Antonio Higuera Gómez, sostuvo que, “indudablemente” la mujer acompañaba a los presuntos delincuentes. Asesinato empaña certámenes de belleza La muerte de María Susana en un enfrentamiento entre presuntos narcotraficantes y militares ha puesto contra la pared a al menos dos de los certámenes en los que participó: Nuestra Belleza Sinaloa 2012 y Mujer Sinaloa 2012, mismos que han sido cuestionados por los filtros de selección de sus participantes. El coordinador de Nuestra Belleza Sinaloa, Fernando Peña Angulo, se negó a hacer declaraciones sobre la muerte de María Susana, incluso negó conocerla a pesar de que el lunes en la cuenta oficial de Facebook del concurso publicaron condolencias por el deceso de la joven. Además, reveló que recibió órdenes desde la Ciudad de México para evitar entrevistas sobre el tema. En una escueta entrevista concedida a El Debate de Sinaloa, vía telefónica, sostuvo que existen filtros para la selección de las participantes del certamen pero se confía en los documentos que ellas entregan. “No voy a contestarte absolutamente nada porque es la orden que yo tengo de México. Sí existe un filtro y nosotros no podemos estar vigilando o ponerles guardia a cada persona. “A nosotros nos pueden decir es esto con una documentación y nosotros creemos en ello”, dijo. Peña Angulo negó que el caso de María Susana vaya a afectar el certamen Nuestra Belleza. Caso contrario fue el del coordinador del concurso Mujer Sinaloa, Juan Castaños, quien consideró que estos hechos sí afectarán la imagen de los certámenes de belleza y de Sinaloa. “La ola de violencia nos ha alcanzado a mucha gente, y desgraciadamente ahora le tocó a una reina de belleza”. “Yo desconozco si ella estaba relacionada (con el crimen organizado); sí puede afectar a los concursos, pero cada evento es diferente. Es muy lamentable la muerte de María Susana, que fue electa Mujer Sinaloa 2012. Lo ganó a pulso, con talento e inteligencia”, dijo. Por su parte, Javier Valdez, autor del libro Miss Narco (2009) consideró que la relación entre los certámenes de belleza y el narco continuará. “Narcotráfico y certámenes de belleza están relacionados, es una realidad permanente. Desgraciadamente no veo ninguna alternativa, porque el narcotráfico sigue siendo la opción de empleo de muchas familias. Hay una relación que tiene que ver con la actitud del narco de seducir, aprovechar, tomar a la mujer como objeto, como mueble, como parte del culto a la belleza, pero no como seres humanos”. “El narco las sigue sacrificando con la misma facilidad con las que se hace de ellas. Lamentablemente esta es una realidad que a veces nos espanta, pero es una realidad permanente con la que convivimos todos los días”, apuntó.