No acaba el horror: ahora mueren cuatro en tiroteo en Colorado

martes, 18 de diciembre de 2012 · 20:38
MÉXICO, D.F. (apro).- Un nuevo tiroteo en Estados Unidos, el segundo en menos de una semana, cobró hoy la vida de cuatro personas, incluido el asesino. Estados Unidos aún no logra reponerse de la matanza de 26 personas –20 niños y seis adultos— en Connecticut el viernes pasado, que ha reactivado la discusión en el gobierno para prohibir la venta de armas de asalto, y ahora se estremece por un nuevo asesinato múltiple. Esta vez un sujeto que se introdujo la madrugada de este martes en una casa del condado de Weld County, en Colorado, unos 50 kilómetros al norte de Denver, asesinó a tres personas, dos mujeres y un hombre. De acuerdo con las autoridades de ese país, una mujer en evidente crisis nerviosa llamó al 911 y, cuando daba la dirección de su domicilio a la operadora, ésta sólo escuchó “¡No, no, no!” y luego disparos. Momentos después un hombre tomó el teléfono e informó que se iba a suicidar, se escuchó otro disparo y la línea telefónica quedó abierta, relató el agente Tim Schuartz. Luego refirió que las cuatro personas tenían relación entre sí, pero se ignora si vivían en la misma casa. El alguacil despachó al lugar al Equipo de Armas y Tácticas Especiales que encontró los cuerpos de cuatro adultos, dos hombres y dos mujeres. Lanza mató a su madre cuando dormía: forense Mientras se llevan a cabo las investigaciones de este nuevo crimen, avanzan las relacionadas con la matanza perpetrada por Adam Lanza, de 20 años, en Newton, Connecticut. La Oficina del Forense de esa ciudad informó hoy que el joven, quien según su tío Jonathan Lanza estaba siendo tratado contra la esquizofrenia, disparó en cuatro ocasiones en la cabeza de su madre Nancy Lanza, mientras estaba dormida. Wayne Carver, director de la dependencia, dijo que ya han sido concluidas las autopsias de ambos y que Adam se quitó la vida con un disparo en la frente. El funcionario descartó que Lanza estuviera bajo medicación al momento que perpetró la masacre, lo que contradice la versión de que estaba en tratamiento para la esquizofrenia. Amigos de la familia Lanza revelaron que en alguna ocasión los padres del joven les comentaron que su hijo padecía el síndrome de Asperger, una variante del autismo, pero se ignora si fue diagnosticado formalmente. En tanto, continúan las investigaciones en la casa de la familia Lanza, de donde las autoridades se han llevado teléfonos celulares, computadoras y videojuegos, y hasta el momento no han encontrado indicios que prueben que Adam estaba bajo medicación. Por su parte, y luego de permanecer en silencio desde el día de la matanza, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), dijo estar preparada para ofrecer una “colaboración significativa” para que tiroteos como el del viernes “nunca vuelvan a ocurrir”. “La NRA está compuesta por cuatro millones de padres y madres, hijos e hijas, y por ello estamos asombrados, entristecidos y con el corazón roto por las noticias de los terroríficos y absurdos asesinatos en Newtown”, indicó en un comunicado la organización, que defiende el derecho de la ciudadanía a portar armas. La organización actúa tradicionalmente como grupo de presión ante las cámaras legislativas, estatales y federales para impedir que prospere cualquier tipo de restricción al derecho reconocido por la segunda enmienda a la Constitución estadunidense. Obama, a favor de prohibir venta de armas Sin embargo, el presidente Barack Obama expresó hoy su “enérgico” respaldo a la propuesta de prohibir la venta de armas de asalto y a una nueva legislación sobre el control de armas. “El presidente está activamente a favor del intento de la senadora Diane Feinstein de revivir la propuesta de reinstaurar la prohibición de las armas de asalto”, indicó Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca en su rueda de prensa diaria. Además, dijo que el mandatario estadunidense “apoya y apoyaría una nueva legislación que encare el problema del llamado vacío legal de las armas y otros elementos, como los cargadores de amplia capacidad, por ejemplo”. Los senadores demócratas Dianne Feinstein y Chuck Schumer apoyaron el domingo 16 la introducción de un proyecto de ley sobre el control de armas en el Congreso de Estados Unidos. Feinstein anunció que espera presentar un proyecto de ley en cuanto se constituya el nuevo Congreso, a partir de enero. Por su parte, Carney consideró que se trata de “un problema complejo que requiere más de una solución. “Exige no sólo reexaminar nuestras leyes sobre armas y cómo las aplicamos, sino también implicar a los profesionales de salud mental, los funcionarios de seguridad, educadores, padres y a las comunidades para encontrar estas soluciones” agregó el portavoz presidencial. Por lo pronto, en Nueva York se anunció hoy la reactivación del programa “Dinero por armas”, con el que se espera retirar las armas ilegales y legales de las calles de la ciudad. Las autoridades ofrecerán cien dólares a cada persona que entregue un arma. Funcionarios y líderes religiosos dieron su respaldo a la medida. “Aunque el control de armas es un tema federal, localmente podemos hacer cosas para eliminar las armas ilegales de nuestras calles que provocan la muerte de personas inocentes”, afirmó ante la prensa el senador estatal por Nueva York Adriano Espaillat. Los neoyorquinos podrán acudir a un departamento de la Policía o a las iglesias y entregar de forma anónima sus armas, “sin preguntas” y a cambio de cien dólares. La novedad del programa, que ya existía, es que la gente podrá acudir a los centros religiosos para evitar la desconfianza o el temor de los ciudadanos a la policía, comentó Espaillat. El concejal neoyorquino Ydanis Rodríguez señaló que, con más de 30 mil muertes por armas de fuego en Estados Unidos en el último año, limitar la cantidad armas ilegales es una “verdadera necesidad”. “Estas armas son demasiado fáciles de adquirir y muy a menudo caen en las manos equivocadas, poniendo las vidas de nuestros hijos en riesgo”, dijo Rodríguez, quien llamó a los ciudadanos a entregar sus pistolas y armas largas para “prevenir otra tragedia nacional”. Hizo énfasis en la necesidad de prestar especial atención a las personas con enfermedades mentales, porque representan un peligro para el resto de ciudadanos.

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