LEÓN, Gto. (apro).- Pobladores de la comunidad de Temacapulín desmintieron versiones difundidas por la Comisión Nacional del Agua y autoridades del estado de Jalisco en el sentido de que habían aceptado abandonar la localidad y reubicarse en Talicoyunque, para dar paso a la construcción de la presa El Zapotillo que abastecerá de agua a los leoneses. “Están mintiendo y no dicen que suspendieron la obra medio año porque desviaron dinero para los (Juegos) Panamericanos”, dijo el delegado de la comunidad, Alfonso Íñiguez. Los integrantes del comité “Salvemos Temacapulín, Acasijo y Palmarejo” exigieron a los funcionarios federales y del gobierno de Emilio González Márquez divulgar información verídica y no falsedades sobre la obra, su costo y las negociaciones con los habitantes de estos poblados, que serían inundados a partir de la operación de El Zapotillo. Anunciaron la firma de un pacto denominado “Compromiso por Temaca” para implementar varias estrategias de protesta y defensa de su territorio contra un proyecto impulsado por Vicente Fox en su sexenio, y que en menos de cinco años ha aumentado en más del doble su costo original (de 5 mil a 13 mil millones de pesos), aunque no lleva más del 54% de avance. En una conferencia de prensa que ofrecieron en la plaza principal de esta ciudad, integrantes del comité pidieron públicamente a los leoneses “que no se dejen engañar” por las autoridades. Aseguran que, de concluirse, la presa será otro elefante blanco que no podrá cumplir con las expectativas de abastecimiento de agua para esta ciudad “porque no se podrá llenar”. El delegado Alfonso Íñiguez Pérez dejó en claro que ninguna de las familias que habitan Temacapulín (que en total representan a 500 personas) ha aceptado reubicarse, ni ha vendido su patrimonio. “La Comisión del agua, el gobernador (de Jalisco) Emilio González les dicen que todo va muy bien que las negociaciones con el pueblo van en 60 por ciento…son mentiras”, comentó. Aseguró que el responsable del Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico, Antonio Iglesias Benítez, les dijo a integrantes del comité contra la presa El Zapotillo que la construcción de la misma estaba atrasada “porque se utilizaron los recursos para los Panamericanos; a nosotros eso nos dio gusto”. Y agregó que con el conocimiento que tienen los vecinos de la comunidad sobre los escurrimientos que llegan del río Verde –involucrado en la cuenca- saben que esa presa “no la van a llenar nunca”. Mencionó que los escurrimientos importantes sólo se registran una vez cada cinco o diez años, y si otras presas como la del Cuarenta –localizada en Lagos de Moreno- que también es tributaria de río Verde actualmente contiene agua a menos del 40 por ciento de su capacidad, “El Zapotillo nunca se va a llenar, será como la Yesca, otro elefante blanco que endeudará a la nación”. El delegado consideró injusto que los habitantes de León “tengan que asumir los costos de un proyecto inútil”, que representará una gravosa inversión de recursos públicos. Al reiterar su demanda por la cancelación del proyecto de la presa, los representantes del comité también ratificaron su petición para que se efectúe una auditoría al proyecto y los recursos ejercidos en el mismo a la fecha, además de que se investigue la posible responsabilidad de funcionarios en la violación de los derechos humanos de las poblaciones afectadas por la obra. Citaron el caso del propio responsable del Organismo de la Cuenca, Antonio Iglesias Benítez, quien fue inhabilitado como servidor público por la Secretaría de la Función Pública Federal durante los próximos diez años, por diversas anomalías que incluyen el manejo del proyecto de El Zapotillo. El delegado Alfonso Iñiguez dijo temer que a fin de cuentas, la presa sea construida y los vecinos de esos poblados sean sacados a la fuerza y queden a la deriva, como sucedió en Arcediano, a pesar de la cancelación de esa presa. “Queremos que Aristóteles Sandoval nos ayude a entrevistarnos con Peña Nieto. Emilio González nunca nos recibió, nos ofreció atendernos y nos dejó plantados”, señaló el representante comunal.