MÉXICO, D.F. (apro).- En medio de abrazos y felicitaciones por un buen año, poco más de la mitad de diputados y senadores arrancó el periodo de sesiones del Congreso de la Unión con un minuto de silencio por la tragedia ocurrida en oficinas centrales de Petróleos Mexicanos (Pemex). No conformes con el mes y medio de vacaciones que tuvieron, los legisladores realizaron una sesión ultra-rápida de apenas cinco minutos; de éstos, uno fue de silencio por los 33 muertos reportados en el percance en el edificio B2 de la Torre de Pemex, y otro más por los decesos del exdiputado federal Juan Maldonado Pereda, del PRI, y del panista César Leal Angulo. Los otros tres minutos sirvieron para que el presidente de la Mesa Directiva, el priista Francisco Arroyo Vieyra, a nombre del Poder Legislativo, expusiera que “lamentamos profundamente la tragedia ocurrida en Petróleos Mexicanos y pedimos por el pronto esclarecimiento de los hechos que le dieron origen”. Además, exaltó “la entereza inquebrantable” de los trabajadores de Pemex y se solidarizó “con los familiares de las víctimas de este lamentable suceso”. Antes, los legisladores entonaron el Himno nacional, letra que previamente les fue ubicada en sus curules, por si la desconocen. A la ceremonia de arranque de sesiones acudieron únicamente 285 diputados de los 500 que cobran, cada uno, más de 200 mil pesos por mes. Asimismo, la presencia de los 128 senadores fue de poco más de la mitad, 98. Y no satisfechos con haber gozado de mes y medio de vacaciones, con sueldo y aguinaldo incluidos, los legisladores se tomaron otros días de asueto: un “puente largo”, regresando a trabajar hasta el miércoles 6.