CANCÚN, Q. Roo, (apro).- El gobierno de Roberto Borge Angulo invirtió tres millones de pesos en la remodelación del palco  oficial del estadio de beisbol  “Beto Ávila”, sede de los Tigres de Quintana Roo, mientras que diversas obras de infraestructura deportiva en la entidad  se encuentran inconclusas o paralizadas por falta de recursos, sobre todo en la zona maya. Por ejemplo, en el municipio de José María Morelos, limítrofe con Yucatán, las obras de remodelación de dos canchas --de beisbol y de futbol--, a cargo del gobierno estatal y de la Comisión para la Juventud y el Deporte (Cojudeq), están totalmente paradas. De acuerdo con el director municipal de Deportes de esa localidad, Roger Caamal Hernández, los trabajos de remodelación en la Unidad Deportiva José María Morelos tendrían un costo de dos millones de pesos –uno menos de lo que el gobierno de Borge gastó en la remodelación del palco oficial, que incluye elevador privado y estacionamiento exclusivo, con acceso directo a la calle Mazapán– y debieron estar concluidas en diciembre pasado. “Desafortunadamente desconozco el motivo de manera oficial (para parar las obras), lo único que yo sé, de parte de los que trabajaban, es que se les dejó de pagar, por eso lo dejaron”, dijo. Todas las obras  “están a medias” en la Unidad Deportiva de José María Morelos, añadió. “Al campo de futbol soccer no se le puso el empastado que se le estaba haciendo; en el del beisbol infantil, no hicieron más que las gradas, les falta trazar la media luna, el montículo, el empastado, el campito múltiple. Todo lo dejaron a medias”, insistió. Caamal Hernández mencionó que la empresa encargada de la ejecución de las obras se retiró porque supuestamente no fluía el recurso correctamente. “Lo peor de este asunto es que no se sabe oficialmente dónde quedaron los dos millones de pesos destinados por el gobierno federal, y la Cojudeq no ha hecho referencia al ayuntamiento para confirmar si estos trabajos quedarán impunes o se concretarán”, concluyó.