Entorse

martes, 7 de mayo de 2013 · 13:41
MÉXICO, D.F. (apro).- Con una producción exacta, sin desplantes de protagonismo a través de efectos, Samuel Lefeuvre asume el ser dueño de una fisicalidad extrema que integrada a un concepto nítido de la escena tiene como resultado un montaje eficaz y vanguardista. La idea es muy sencilla; no intenta ser conceptual, ni hablar del ser y la nada, ni de los más intrincados sentimientos. El grupo Entorse que él dirige y fundó, vino a México por primera vez y se presentó con Accidens (ce qui arrive), montaje que parte de la realidad cotidiana de aquellos que se dedican a la danza: una actividad que requiere alto rendimiento físico, durante el cual las lesiones son comunes y constantes, y los cuerpos se desgastan mucho más de lo habitual. En la danza es claro que los artistas aprenden de una manera u otra a salir al foro lastimados o a encontrar la manera de compensar sus dolencias. Por esa razón, Samuel Lefeuvre decidió analizar cómo se “recompone” un cuerpo accidentado, cómo se reconstruye el movimiento cuando ha sufrido tenazmente el rigor de moverse de una forma extracotidiana. Bajo esa mirada, la búsqueda del artista es incondicional y evoluciona a cada instante hacia una mirada pertinaz para rehacer un cuerpo destruido. Lefeuvre es entonces su propio experimento, su propio laboratorio; su cuerpo es la materia y tal su eficacia, que se entiende a cabalidad su fisicalidad extrema en accidentarse y reconstruirse no como una metáfora, sino como un hecho de sabiduría que reside en el empoderamiento del cuerpo surgido de un auto conocimiento pleno y sin mimos. Esa es la idea de partida en Accidens considerado como "un suceso extraordinario" en la pasada Bienal de la Danza de Lyon, Francia, que se llevó a cabo en septiembre del 2012. En la singular puesta en escena, el bailarín no presume ni hace ostentación de las virtudes de quienes se dedican a la danza. No gira, no da grandes saltos, y mucho menos muestra grandes extensiones. Hace exactamente lo contrario y en ellos reside su fuerza interpretativa. El dominio físico, el equilibrio y su osadía al moverse generan asombro. Un foro alternativo, un manejo de la luz que se convierte en elemento dramático y una insólita y silenciosa disc jockey que desde un lado del escenario con maestría obtiene sonidos inusuales conforman un espectáculo exquisito. Y si la posibilidad de ver semejante espectáculo es buena, se destaca aún más que el artista impartirá un curso en la Casa de Cultura de Hermosillo antes de viajar a la Ciudad de México para presentarse el 3 de mayo en el Teatro de la Danza del INBA. Se trata de una experiencia única, a la que debió habérsele dado muchísima difusión por los alcances que tiene y lo alternativo que él es dentro de la primera fuerza europea. Sin dudarlo, Entorse será una refrescante y reveladora experiencia, y su director e intérprete, Lefreuve, dejará impactado al público de la Ciudad de México, ávido de asomarse a otras propuestas escénicas. Por desgracia, sin un apoyo incisivo de los medios de comunicación y con tanta problemática en los sistemas de transporte y seguridad, no es sencillo llegar los foros. La oferta tiende entonces a naufragar en medio de la cartelera en la que se confunde arte con entretenimiento. El propio INBA no tamiza tampoco la importancia de sus eventos y una extraordinaria oportunidad pasa desapercibida.

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