CHIHUAHUA, Chih. (apro).- La inseguridad que priva en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, cobró una víctima más: El director del Hospital de esa comunidad, Héctor Alarcón Herrera, fue secuestrado y liberado horas después, sano y salvo. El incidente ocurrió el pasado jueves 13, dos horas antes del sepelio del candidato del PRI a la alcaldía de ese municipio, Jaime Orozco Madrigal, quien fue secuestrado y ejecutado, a pesar de que su familia pagó el rescate. Ayer, cerca del mediodía, el galeno recibió la llamada de un sujeto, quien le advirtió que su familia podría salir perjudicada si no se presentaba en ese momento en el hotel Plaza. Alarcón Herrera acudió al lugar, donde fue maniatado y retenido en uno de los cuartos por un comando. Una vez reportada su desaparición, elementos del Ejército y de las policías federal y estatal instrumentaron un operativo para localizar al médico. Alrededor de las seis de la tarde lo encontraron en una de las habitaciones del hotel. En un primer momento el médico se negó a declarar debido a que –dijo– fue amenazado para que no hablara de lo ocurrido. Poco después relató que personas desconocidas lo obligaron a permanecer oculto en el hotel, y le dijeron que si se negaba tomarían represalias contra su familia. Manifestó a las autoridades que sus plagiarios lo obligaron a comprar un celular y cumplir con la orden de no comunicarse con nadie. En el cuarto del hotel donde estuvo recluido recibió indicaciones de sus captores, siempre bajo la amenaza de que si no satisfacía sus demandas le harían daño a su familia, con quien los delincuentes se pusieron en contacto y le pidieron una fuerte cantidad de dinero para liberarlo. La Fiscalía General de Chihuahua dio a conocer que el director del hospital de Guadalupe y Calvo se encuentra bien de salud. Asimismo, informó que la situación de inseguridad que prevalece en el municipio ha obligado a la población a permanecer encerrada en sus viviendas, por lo que muchas personas evitaron asistir al sepelio del candidato priista asesinado. Quienes acudieron aseguraron que los funerales se realizaron muy rápido debido a la permanente tensión.