El joven del suéter rojo: Falsedades, equívocos y daños tras una detención injusta

viernes, 14 de junio de 2013 · 21:59
CANCÚN, Q. Roo (apro).- Christian Vicente Córdova fue detenido e internado en el reclusorio por vestir un suéter rojo y una boina blanca. O eso le dijo la policía: supuestamente, las testigos de un asalto y asesinato aseguraban que uno de los atacantes iba vestido así. Ése era el único argumento esgrimido hasta ayer para mantenerlo cautivo. Pero resultó falso: Videos en poder de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Quintana Roo (PGJE) muestran que en el día (30 de marzo) y en el lugar del asalto (un burdel de la región 92) no había nadie con ese tipo de vestimenta: ninguno de los cuatro asaltantes —y asesinos del administrador del lugar— llevaba un suéter o chamarra rojo. “Incluso yo ya he visto personalmente los videos y nadie, nadie en ese ‘spa’ está con chamarra roja”, asegura Marcos Vicente, el padre de Christian. También desmiente la versión de que uno de los presuntos asesinos llevaba una boina blanca: “La gorra que dice tampoco existe”. Apro informó ayer que la PGJE ya reconoció la inocencia de Christian, pero que “todavía tardaría algunos días” la liberación. El papa de Christian denuncia que se ha cometido una injusticia que afectó a toda su familia. No encuentra explicación sobre los testimonios de las prostitutas que inculparon a su hijo: “Esas mujeres… no se qué les pasó, por qué dijeron esas palabras”. Por esos dichos, su hijo —de 20 años y estudiante de la licenciatura en gastronomía de la Universidad Tecnológica de Cancún— cumplió este viernes 74 días en la cárcel de esta ciudad. Fue aprehendido cuando, minutos después del asalto, iba corriendo cerca del burdel Diosas —que operaba bajo la fachada de spa—. Se le hacía tarde para tomar el camión. La policía lo detuvo arguyendo el testimonio de las mujeres. Ayer, el procurador de Quintana Roo, Gaspar Armando García Torres, reconoció que Christian no es culpable y que la PGJE determinó desistirse de las acusaciones ante el Juzgado Tercero Penal. La conclusión de la PGJE no se dio sólo a partir de los videos. El desistimiento vino luego de que dos de los responsables del asalto fueran detenidas en relación con otros delitos: robos de tiendas de conveniencia. Ellos explicaron que realmente había cuatro implicados; uno de ellos sigue libre y el restante es un menor que está en una clínica de rehabilitación. “Si no hubieran agarrado a los culpables, mi hijo se hubiera pasado 30 años en la cárcel”, advierte Marcos, que en días pasados se reunió con el procurador Gaspar Armando García Torres, cuando le notificó lo que ya sabía: que Christian era inocente. La experiencia cambió la vida de esta familia de inmigrantes tabasqueños: “Tuve que renunciar a mi trabajo en la Riviera Maya para dar seguimiento”. Su esposa, Paula Córdoba, quedó afectada psicológicamente. “Su madre está muy dañada, muy dolida”, refiere. Y eso sin hablar del propio Christian: entre todos los daños su padre menciona el hecho de que perdió el último año de su licenciatura en gastronomía. De hecho, fue detenido cuando se dirigía a tomar el autobús que lo llevaría a la Riviera Maya, donde hacía sus prácticas para titularse de chef. Pero hay otro problema más riesgoso: “Mi hijo corre peligro dentro de la celda; él me ha estado contactando. Mi hijo estaba como carnada ahí dentro, por eso está. Por su seguridad quiere que lo saquen”, señala. Por eso está desperado. Por eso se aferra a la promesa del procurador: “En unos días…” El señor Vicente resume: “Yo quiero la libertad de mi hijo”.

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