MÉXICO, D.F. (apro).- Motivados por el éxito de las masivas protestas que derrocaron el alza a las tarifas de transporte público en Brasil, miles de personas salieron hoy nuevamente a las calles para exigir mejores servicios públicos, entre ellos más escuelas y hospitales. La convocatoria se hizo desde el martes pasado a través de las redes sociales, y a pesar de que su demanda original ya había sido atendida, los brasileños decidieron salir nuevamente a las calles para festejar su logro que se convirtió en una nueva exigencia. Al menos en 100 ciudades, entre ellas Río de Janeiro, Sao Paulo, Recife y Brasilia, cientos de personas salieron a las calles sin que se registraran incidentes de consideración. Sólo en Río de Janeiro se congregaron unas 300 mil personas, según cálculos de la Universidad Federal de Río de Janeiro, cifra tres veces mayor a la de la convocatoria del lunes pasado. La protesta llegó incluso al partido de fútbol de la Copa Confederaciones, entre España y Tahití, que tuvo lugar hoy en el estado de Maracaná, donde algunos aficionados mostraron pancartas con sus exigencias. “Queremos escuelas, hospitales patrón FIFA”, decía una de ellas, “Nuestra lucha no acabó, únase compañera”, se leía en otra que incluía la foto de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, cuando era joven y militó en un grupo de izquierda que luchaba contra la dictadura. En Sao Paulo los inconformes se concentraron en una de las avenidas principales de la ciudad. En ese lugar se vivieron momentos de tensión cuando algunos participantes reclamaron a otro grupo de personas que portaban insignias del Partido de los Trabajadores (PT), ya que el movimiento se ha mantenido apartidista. En Salvador, la policía y un grupo de manifestantes se enfrentaron cerca del estadio donde se llevaría a cabo el partido entre Uruguay y Nigeria. Los agentes antidisturbios desplegados en los accesos al estadio respondieron con decenas de bombas de gas lacrimógeno a la lluvia de piedras lanzada por un pequeño grupo de inconformes, a quienes otros manifestantes les gritaban "¡Sin violencia, sin violencia!" En Brasilia unas 20 mil personas ocuparon la plaza ubicada frente al Congreso. La policía levantó una barrera en torno al edificio para evitar que los manifestantes llegaran a las rampas. Otro operativo policial protegió el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia. En Belo Horizonte unas 15 mil personas gritaron al unísono: “El pueblo despertó contra la corrupción”. Las manifestaciones en Brasil iniciaron la semana pasada por el alza del precio del transporte y pese a que el miércoles pasado el gobierno dio marcha atrás en la medida, las movilizaciones se han mantenido para protestar contra la corrupción, los sistemas deficientes de salud y educación, así como por el alto gasto en la Copa Confederaciones de Futbol.