Maltratado por la DEA bebe su orina para sobrevivir y lo indemnizan con 4.1 mdd

miércoles, 31 de julio de 2013 · 20:49
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Un estudiante de ingeniería de la Universidad de California que fue detenido por la DEA y “olvidado” en una celda sin comida ni agua durante casi cinco días, se vio obligado a beber su propia orina para sobrevivir. Ahora Daniel Chong, de 24 años, llegó un acuerdo con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos por más de 4 millones de dólares, declararon sus abogados a la agencia Reuters. El joven, quien fue detenido durante una redada antidrogas en abril de 2012, relató que casi muere luego de ser trasladado a una celda y ser abandonado ahí. Sus abogados Eugene Iredale y Julia Yoo explicaron que el estudiante fue detenido en casa de un amigo durante un operativo realizado por Control de Drogas que investigaba una red de tráfico de éxtasis. Luego de interrogarlo, los agentes antidrogas determinaron que Chong no formaba parte de dicha red y lo confinaron a una celda, esposado. Un agente le aseguró al estudiante que sólo permanecería ahí por unos minutos pero en realidad fueron cuatro días y medio de encierro. Tras ser encontrado, Chong fue llevado a un hospital de San Diego, California donde estuvo internado otros cinco días, tres de ellos en cuidados intensivos, detalla Reuters. El estudiante sufrió deshidratación severa, deterioro muscular, insuficiencia hepática y renal y alucinaciones. “Yo alucinaba al tercer día. Estaba completamente loco”, dijo el joven a los medios de comunicación. Incluso, al ver cercana su muerte rompió sus lentes e intentó escribir un mensaje de despedida a su madre en el brazo. Después de recuperarse, el joven presentó una reclamación por 20 millones de dólares a la DEA, aunque el Departamento de Justicia lo indemnizará con 4.1 millones de dólares, cifra que a Chong le parece insuficiente. Sus abogados dijeron que las autoridades admitieron su responsabilidad, pues le pidieron disculpas personalmente a Daniel y efectuaron cambios en las políticas de control de seguridad de los presos en las celdas de detención temporal de la DEA. “Lo que le pasó a Daniel Chong no debería ocurrirle nunca a ningún ser humano”, afirmó Iredale. En un comunicado, la jefatura de la oficina de la DEA en San Diego señaló que había “profunda preocupación” por el incidente. El día de la redada los agentes de la agencia antidrogas capturaron a nueve personas –entre ellas Chong– y aseguraron casi 18 mil pastillas de éxtasis, mariguana, alucinógenos, medicamentos con receta, armas de fuego y municiones.

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