Fallece en Dublín el Nobel irlandés Seamus Heaney

viernes, 30 de agosto de 2013 · 22:51
MÉXICO, D.F. (apro).- Este viernes fue anunciado el fallecimiento en un hospital dublinense del poeta irlandés Seamus Heaney, Premio Nobel de Literatura 1995, a los 74 años de edad, tras una prolífica trayectoria literaria. En 2006 sufrió un ataque cardíaco de secuelas nefastas para su salud; empero siguió escribiendo poesía y mantuvo un estado anímico bastante optimista. Considerado el poeta mayor de Irlanda desde William Butler Yeats (1865-1939), Heaney escribió 13 poemarios, dos obras de teatro y cuatro libros de ensayos acerca del quehacer literario, entre muchos tantos volúmenes más. Profesor y ensayista, fue traducido en nuestro país por José Emilio Pacheco, Juan Tovar, Pura López Colomé, David Huerta, Verónica Volkow, José Luis Rivas y Tedy López Mills. Vino dos veces a México, en 1981 como participante en el Primer Festival Internacional de Poesía de Morelia, y más tarde, en 1999, cuando presentó la antología homenaje La luz de las Hojas. Cuando estuvo por primera ocasión en el país, gozaba de reconocimiento no como vate sino como catedrático de Literatura Inglesa en la Queen’s University de Belfast, Irlanda del Norte, y era prácticamente un versificador ignoto para muchos; pero cuando la Academia Sueca le asignó el Nobel en 1995, los medios nacionales recordaron su visita mediante la experiencia de colegas aquí que compartieron experiencias con Heaney. Recuerdos mexicanos Homero Aridjis recordó al semanario Proceso que su impresión y fascinación por México motivó al poeta irlandés para descubrir con su propia mirada el trabajo artesanal de los orfebres de Santa Clara del Cobre, Michoacán, donde “no se cansó de mirarlos golpear el metal”. A la vez, lucía un sombrero típico de Pátzcuaro, el cual a pesar de que cuidó todo el tiempo, finalmente dejó olvidado y no se pudo llevar a su país. Heaney, definió Aridjis, “fue un gran poeta no sólo de Irlanda, sino que es uno de los grandes poetas de lengua inglesa, un poeta original, en el sentido de que tiene un estilo personal, su obra es muy interesante porque recoge toda la tradición cultural de Irlanda, su estilo hace suya la tradición irlandesa mítica céltica, y la combina con temas urbanos y también de la naturaleza irlandesa”. Lo que le llamó la atención de su camarada como ser humano fue que “normalmente pasaba tres días de la semana en su casa de campo, aislado para escribir con tranquilidad, combinando los temas urbanos de la vida dublinense con los temas de la campiña”. Guiado por Heaney, Aridjis recorrió el Dublín literario, “de Bram Stocker a Sheridan Lefanu, sin olvidar las tradicionales tabernas; el precio para ser admitido ahí es a veces el de ser un buen poeta, porque los irlandeses leen buena poesía”. Además de su don de la palabra, le fascinaba que Heany (“típicamente irlandés”) fuera una persona sumamente sencilla, muy cordial, y con un gran calor humano: “Fue uno de los poetas que se dieron a conocer en español aquí, y a partir de entonces se hicieron traducciones de su obra al español en México; seguramente el Nobel fue para él algo inesperado, lo tomó por completa sorpresa”. Por otra parte, la premio nacional de Poesía Efraín Huerta 1994, lectora, traductora y estudiosa de Seamus Heaney, Tedy López Mills, afirmó: “En sus poemas, Heaney aborda diversos temas desde el irlandés, la amistad, la infancia y el amor. Es un poeta completo, pues no hay un solo tema que excluya. Aunque es poco conocido como ensayista, sin duda es uno de los más importantes del presente. Toca el tema irlandés sin ser fanático de la causa irlandesa. No es un nacionalista furibundo. Por largas temporadas vive en Estados Unidos, y ahí se nutre de otras influencias culturales.” Lo calificó en trilogía de poeta bucólico, urbano y rural: “Es todos los poetas en uno, por eso es un gran poeta, pues no tiene una sola vertiente, sino las tiene todas, es un poeta interesante que yo relacionaría con Joseph Brodsky y Derek Walcott. Sin duda, ellos son tres poetas en inglés que no pertenecen a las metrópolis, ni a Inglaterra ni a Estados Unidos. Además, uno es ruso, el otro es del Caribe, y Seamus, en cambio, es irlandés. Son un trío notable de la poesía en inglés, y escriben una poesía que se produce en los márgenes geográficos de la lengua inglesa”. La suya es “una inteligencia áspera, poderosa, y tal vez más pasional que la de Brodsky”. Lo más significativo de su obra ensayística, asegura, está contenido en dos volúmenes: Preocupaciones y El gobierno de la lengua. Al igual que Octavio Paz, “fue un ensayista capital, especializado en el pensamiento y la reflexión sobre poesía”. Sin duda, “es también un ensayista provocativo”, concluyó. Una vez nominado al Premio Nobel de Literatura, únicamente se había publicado en México Isla de las Estaciones (cuyo título en inglés es Station Island). Según el mismo autor, “ese libro trata de la gente que se me ha pegado a lo largo de la vida”. Traducido por Pura López Colomé, el poemario fue publicado por Ediciones Toledo. La editora, Elisa Ramírez, explicaría: “Conozco el trabajo de Pura y ella fue la que me propuso la edición del libro. Yo no conocía al autor. Sin embargo, ella me proporcionó el manuscrito, lo leí y me gustó la idea. Lo di a leer a otras gentes que me recomendaron su publicación”. El libro en su primera edición alcanzó apenas los mil ejemplares. Para 2001, Seamus Heaney recibió la Corona de Oro en Struga, Macedonia, reconocimiento que le fue entregado este año por primera ocasión a un escritor mexicano, José Emilio Pacheco, en agosto pasado.

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