MÉXICO, D.F. (apro).- La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos (CIDHM) solicitó al presidente Enrique Peña Nieto emitir la declaratoria de alerta de violencia de género, tras “13 años de feminicidios imparables” en Morelos. En conferencia de prensa, Juliana Quintanilla y José Martínez Cruz, integrantes de la CIDHM, presentaron un informe detallado de 530 feminicidios cometidos en Morelos desde el año 2000 a junio de 2013. El estudio fue entregado a Peña Nieto, así como al Instituto Nacional de las Mujeres, para alimentar las peticiones que ha hecho la organización civil desde 2012, para que se declare la alerta. El informe, que también fue entregado a la oficina en México de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a la representación de Amnistía Internacional, consta de más de 300 páginas y tiene como fuentes de información expedientes proporcionados por el Tribunal Superior de Justicia de Morelos, solicitudes de información a las dependencias de procuración de justicia, testimonios de familiares de víctimas, así como hemerografía. “A pesar de que desde el año pasado hay una tipificación del feminicidio en el Código Penal del estado, y también hay protocolos de investigación, hasta ahora no existe ningún caso que oficialmente se haya considerado un feminicidio, no hay un solo procesado o sentenciado por ese delito”, comentó Juliana Quintanilla, responsable de la investigación. De acuerdo con el estudio, de 2000 a 2005, 122 mujeres fueron asesinadas en Morelos; a partir de 2006 el fenómeno se fue acrecentando. En ese año hubo 37 mujeres asesinadas; un año después la cifra fue de 54; en 2008, 36 y en 2009, 37; en 2010 la cifra anual fue de 47; mientras que los dos años siguientes se agudizó el problema, con 70 y 92 casos en 2011 y 2012, respectivamente, en tanto que en los primeros seis meses de 2013, se contabilizan 35 feminicidios. Del análisis de la organización se concluye que los municipios morelenses donde las mujeres corren mayores riesgos son Cuernavaca, Jojutla, Jiutepec, Yautepec, Huitzilac y Temixco. José Martínez Cruz explicó que ellos contabilizaron el más de medio millar de casos a partir de revisiones de casos que cumplían con algunos de los seis supuestos que convierten un simple homicidio en un feminicidio establecido en el Código Penal. Contó que en Morelos casos que tienen rastros de feminicidios con extrema violencia que sin embargo son considerados como homicidios simples o incluso como accidentes. “Empezamos a ver noticias que hablaban de mujeres que aparecían muertas en carreteras, y que la autoridad consideraba que era un accidente, pero después llegaban los familiares y nos decían que cómo iba a considerarse un accidente si los cuerpos aparecían desnudos y con rastros de violencia física y sexual”, apuntó Martínez Cruz. Ambos defensores destacaron que si bien la mayor parte de los casos ocurrieron con los gobiernos panistas de Sergio Estrada Cajigal y  Marco Antonio Adame, quienes se negaron a aceptar el problema, el gobernador perredista Graco Ramírez Garrido Abreu se ha sumado a esa cerrazón. “Graco no da cifras, pero dice que nosotros exageramos y, es más, reta a hacer un estudio de hombricidio, en un acto de burla hacia las mujeres”, agregó Martínez Cruz. “El Instituto Morelense de las Mujeres se ha negado a realizar un estudio para confirmar nuestra preocupación, porque dice que para hacerlo requiere 800 mil pesos. Nosotros le decimos que aquí está un informe serio, que pueden revisar si es que quieren proteger a las mujeres”, dijo Quintanilla. En la conferencia de prensa, la feminista Josefina Chávez lamentó que los intereses políticos tengan mayor relevancia que la seguridad de las mujeres,  y consideró como “falta de voluntad política” que hasta ahora no se haya admitido las solicitudes de alerta de género en entidades como Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, Hidalgo y Oaxaca. Advirtió que lo único que se provoca con negar la declaratoria de alerta de género “es incrementar el número de mujeres asesinadas, porque no hay castigo para los responsables, y la impunidad es el mejor alimento para el delito”.