Calderón creó centros de inteligencia con EU: exdirector del Cisen

martes, 26 de noviembre de 2013 · 18:28
MÉXICO, D.F. (apro).- Guillermo Valdés Castellanos, exdirector del Cisen en la pasada administración, admitió que el gobierno del expresidente Felipe Calderón creó centros de inteligencia en México con apoyo de Estados Unidos y en algunos de ellos también participaban agencias estadunidenses, aseguró. La constitucionalidad de presencia extranjera en labores de seguridad nacional –y dentro del territorio mexicano– es por lo menos sumamente dudosa. En una entrevista con la agencia AP con motivo de la reciente publicación de su libro Historia del narcotráfico en México, Valdés dijo que esos centros de fusión de inteligencia fueron parte de la estrategia calderonista para enfrentar el crimen organizado. Los estadunidenses, explicó, pasaban su experiencia y sus avances en esa materia. Desde su oficina, dijo, se trabajó en la construcción de esos centros a partir de las experiencias tanto en EU como de Colombia. En su libro, Valdés afirma que no intentó defender la estrategia de seguridad de Calderón, sino aportar elementos para tratar de entender la violencia del crimen organizado, que dejó al menos 70 mil muertos. El texto de AP asienta: “Una semana después de la divulgación de un documento desclasificado del Departamento de Defensa estadunidense, según el cual Washington instaló durante la administración del panista un centro de inteligencia en México al que no tenían acceso las autoridades mexicanas, el exfuncionario aseguró no saber nada sobre eso. ‘No te sé decir’, señaló”. El memorando del Departamento de Defensa, obtenido por la organización social National Security Archive, describe en parte el apoyo que una oficina del Pentágono había dado al denominado “Centro de Fusión México”, con acceso exclusivo para autoridades estadunidenses y cuyo propósito era enfocarse en blancos de alto perfil, los cuales no son identificados. El responsable del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) de enero de 2007 a septiembre de 2011 también evitó mencionar cuántos centros de fusión fueron instalados con Estados Unidos, cuándo o dónde fueron establecidos o si continúan en operación. En los centros –explicó– se combinaba la inteligencia obtenida de la Policía Federal, el Ejército, la Procuraduría General de la República y el propio Centro, lo cual se vinculaba con operaciones específicas contra alguna organización. Ejemplificó que la realización de patrullajes militares o policiales generaba información que era enviada al centro de fusión y de ahí se analizaba y se determinaba contra qué blancos se actuaría. Antes del gobierno de Calderón, afirmó, no había este tipo de centros. “Al final me quedó muy claro que había una necesidad muy grande de explicar qué estaba pasando”, dijo Valdés al justificar los motivos para escribir su libro. “La imagen que yo tengo es de que al presidente Calderón le tocó que hiciera erupción un volcán y que había que platicar cómo y cuándo se formó ese volcán”. El documento Este documento se dio a conocer al mismo tiempo en Estados Unidos y México, a través de la primera emisión de Noticias MVS, con Carmen Aristegui, Daniel Lizárraga, Irving Huerta y Luis León. El documento tiene renglones y párrafos censurados. Aun así, revela información sustantiva sobre la operación del Centro. Jesse Franzblau, investigador del Archivo de Seguridad Nacional, declaró que el documento “podría ser lo más detallado que se ha encontrado, hasta la fecha, de los programas de inteligencia de Estados Unidos para espiar a otros países”. Señaló que fue difícil conseguir su desclasificación y que ésta corrió a cargo del Pentágono y no de la NSA, como se había solicitado. “Hasta este momento no habíamos visto un documento tan claro que confirme la presencia de la NSA en otros países”, dijo. El memorándum del 2010 pertenece al Departamento de Defensa de EU (DOD), indica que el “Centro de Fusión México” está orientado hacia “objetivos de alto valor” (high value targets). Precisamente esos objetivos son los que aparecen en los informes que Edward Snowden ha entregado a la prensa internacional. El documento señala, en su parte superior, que queda prohibido compartir esa información con extranjeros (Noforn). Esta indicación hace suponer que el gobierno de Calderón, y Calderón mismo, no conocieron de la instalación (a unos pocos kilómetros de la casa presidencial) de este Centro de Espionaje, desde el cual pudo haber sido espiado el propio ocupante de Los Pinos y quien, después, fuera candidato y su sucesor, Enrique Peña Nieto. De hecho, el gobierno de Felipe Calderón avaló en febrero de 2007 que el Departamento de Estado estadunidense instalara en México un sistema de intercepción de comunicaciones que permite la recepción, procesamiento, análisis y almacenamiento de llamadas telefónicas a escala nacional, así como de servicios de internet como chat, correo electrónico y voz sobre IP, informó el diario Excélsior. “El contrato S-INLEC-06-R-4042 establece que la firma Verint Systems vendió equipo de espionaje al gobierno estadunidense con un valor de tres millones de dólares, el cual llegó a nuestro país a través de la Agencia Federal de Investigación y la Procuraduría General de la República, con el fin de apoyar el combate al narcotráfico en el contexto de la Iniciativa Mérida”.

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