Michoacan: El privilegio de ser diputado local

martes, 17 de diciembre de 2013 · 19:23
MORELIA, Mich. (apro).- El Partido del Trabajo (PT) en esta entidad enfrenta serios problemas internos: Militantes acusan al diputado local Reginaldo Sandoval Flores de millonarios desvíos de recursos públicos. Por ejemplo, le adjudican la distracción de recursos de 12 Centros de Desarrollo Infantil (Cendis), de malversar los fondos destinados a apoyar a mexicanos que estudian medicina en Cuba, y hasta de falsificación de facturas y documentos oficiales para acceder a una candidatura. Héctor Valencia López, excoordinador de campaña electoral en Zamora, y Luis Patiño Pozas, exdiputado local petista, refieren que Sandoval Flores administra tres asociaciones civiles –Más por Michoacán AC, Más por Michoacán SA y Más por Michoacán ACS–, a través de las cuales recibe recursos públicos sin pagar impuestos. “La asociación civil es una figura que te exime de pagar impuestos y la sociedad anónima te ampara de dar información a las autoridades, a pesar de utilizar recursos públicos. Esa es la causa de la existencia de tres asociaciones”, dice Héctor Valencia. El oficio DIE 2013 de la Secretaría de Administración y Finanzas del gobierno estatal exhibe diversos pagos a las cuentas bancarias a cinco cuentas bancarias –217006927, 21706164, 121605164, 1209306043 y 1217003927– por un monto total de 197 millones 402 mil pesos en 2012, a través de 17 cheques de BBVA Bancomer. En 2013 también fluyó el dinero a dichas agrupaciones: Más por Michoacán recibió cuatro depósitos por 110 mil pesos, uno por 15 mil, dos por 20 mil y uno más por 55 mil. Pese a ello, Reginaldo Sandoval siempre argumentaba que no había dinero para pagar los sueldos de los empleados de los Cendis que son coordinados por su esposa, María Auxilio Flores García. Valencia López denuncia que para lo que sí hubo dinero fue para que el diputado construyera una mansión en el municipio de Guadalupe, Zacatecas. . “No creas que una casa de tres varillas; no, una señora casa, me consta porque acabo de ir a Zacatecas, es espectacular”, afirma. Además, fue construida por el mismo arquitecto que levantó los Cendis, quien es hermano de su chofer Eugenio Juárez Arregui. Héctor Valencia asegura que a causa de los malos manejos los Cendis están en riesgo de desaparecer, lo que afectaría a 2 mil 200 niños de preescolar y 490 trabajadores que no han recibido su sueldo desde hace 10 meses. “Reginaldo y su esposa se enfrentan a varias demandas de los trabajadores de los Cendis, porque les retrasan el sueldo hasta por seis meses. Lo retrasan no’más por retrasarlo porque recurso hay. Se jinetean el dinero, la señora y él, Reginaldo es bravísimo para la lana”, acusa Valencia López. Por todas esas anomalías, un funcionario de la Secretaría de Educación estatal le confió al denunciante que está en vista una auditoría a Reginaldo porque los Cendis que administra reciben unos 120 millones de pesos anuales. Hay más: El legislador petista se “jinetea” los recursos de las becas de más de mil mexicanos que estudian en Cuba, Colón, Ciego de Ávila y otras poblaciones de la isla; los educandos se quejan de que no les llegan los recursos. No conforme con ello, el legislador tiene “becados” a su hija Karen Sandoval Flores y a su esposo Salvado Flores, dice el excoordinador de la campaña del PT en Zamora. “Reginaldo no es rata, sería una ofensa para él, se queda corto el calificativo; es todo un cangurazo”, ironiza Héctor Valencia. Lo secunda Luis Patiño Pozas, exdiputado local del PT: “Reginaldo es un pillo. En el gobierno de Leonel Godoy su función fue hacerle el ‘trabajo sucio’ a Fidel Calderón (diputado del PRD). Cada que había un cuestionamiento al gobierno estatal, Reginaldo salía a defenderlo como si fuera su vocero oficial”, recuerda. Reginaldo Sandoval –sostiene– buscaba revirar “toda crítica en contra de Godoy”, sobre todo después del michoacanazo, y por ello era recompensado por Fidel Calderón, entonces secretario de Gobierno, con millones de pesos. En el último año del gobierno de Godoy, acusa, Reginaldo y otros diputados, entre ellos el panista Epigmenio Jiménez Rojas, recibieron 40 millones de pesos y, cada año de esa administración, recibieron al menos cuatro millones por aprobar el endeudamiento del estado. El 1 de enero de 2011, Quadratín publicó que “el pasado 24 de diciembre el legislador panista Epigmenio Jiménez (Padre Meño) habría recibido un depósito de 4 millones de pesos a la cuenta 8155797, de Banamex”, recuerda. Los abusos, robos y violaciones a la ley se sucedieron en cascada, afirma Luis Patiño, porque además Reginaldo falsificó documentos cuando contendió por primera vez por una diputación. “Lo que sí pido es que le hagan una auditoría y que la gente se entere que, de entrada, no podía ser diputado. La primera vez porque no cumplía con la residencia”, como lo establece el 23 de la Constitución local en su párrafo II: ‘Ser originario del distrito por el que haya de ser electo por el principio de mayoría relativa, o tener una residencia efectiva en el mismo no menor a dos años previos al día de la elección’”. Según el exdiputado petista, cuando Reginaldo Sandoval contendió, apenas acababa de llegar de Zacatecas. Para obtener la diputación plurinominal, San Juan Marín, secretario del entonces alcalde de Morelia, Fausto Vallejo Figueroa, otorgó a Reginaldo una falsa constancia de residencia y así pudiera ser legislador en el gobierno de Godoy Rangel. Y cuando el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) lo multó con 300 mil pesos por no presentar su documentación, afirma Héctor Valencia, el dirigente petista lo responsabilizó a él. Cuando lo multaron, cuenta, Reginaldo advirtió al IEM: “‘No se les va a pagar en tres meses, por culpa de Héctor’. Me hablaban y les decía, ‘no, yo no tengo nada que ver, es Reginaldo directamente”, recuerda. Incluso, acusan los petistas, el supuesto secuestro de junio de 2008, en realidad fue un autosecuestro de Reginaldo. “En los medios se denunció que había sido secuestrado, pero en realidad se trató de un autosecuestro por el que le sacó 500 mil pesos a Fidel Calderón y un millón de pesos a Alberto Anaya, dirigente nacional del PT, y 300 mil al entonces diputado por Ocampo, Juan Carlos Orihuela Tello. Sandoval Flores y su esposa tienen, de manera mancomunada, una casa en el Lote 15 Manzana 20 de la avenida Quinceo de la colonia Eréndira, bajo el título 6855 del Registro 36, con una superficie de 133.91 metro cuadrados y un valor de 905 mil 576 pesos, de acuerdo con la escritura 12924 hecha ante la Notaría 52. Otra casa a nombre de Reginaldo Sandoval Flores se localiza en calle Retorno Alva Oriente 105, Lote 3, Manzana 1, fraccionamiento Punta Alba, Primera Etapa, registrada en el tomo 11509 con 2 mil 240 metro cuadrados y un valor por 3 millones 700 mil pesos. La propiedad cuenta con la escritura 16522 registrada ante la Notaría 34 a cargo de Deyanira Hurtado Escamilla, quien hace las actas constitutivas a Reginaldo y al PT. El apoyo de Salinas Reginaldo inició su carrera en el Fideicomiso de Organización y Capacitación Campesina (FOCC), en ese tiempo adscrito a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH). A través de ese fideicomiso se organizaba a los campesinos para la producción, “y se suponía que una vez organizados, se contaba con todos los programas de asistencia técnica que en ese tiempo funcionaban. Ese es la base de apoyo con la que Reginaldo se dio a conocer más o menos en Zacatecas”, recuerda Luis Patiño. Sandoval Flores, abunda, es técnico agropecuario, por eso no le costó trabajo hacerse notar con los campesinos. De ahí “brincó” al PT, que en ese tiempo tenía una organización muy fuerte, el Frente Popular de Zacatecas, liderada –entre otros— por José Narro Céspedes. Con ese frente se integran a la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y a la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, así como a la Cempa. Y cuando Carlos Salinas de Gortari llega a la Presidencia, en 1988, “empiezan a bajar cuantiosos recursos”. Luis Patiño también recuerda que Reginaldo “estaba al frente porque era el segundo de abordo. Reginaldo y Narro tienen fuertes diferencias por transparencias en el programa, ya que Reginaldo cuestionaba la honorabilidad de Narro. “Que se chingaba la lana, suficiente para tener una de las casas más suntuosas en la ciudad de Zacatecas, una residencia en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México, y un departamento en plena avenida Universidad, en CU. Este Narro es primo del rector de la UNAM, José Narro Robles”, afirma Patiño Pozas. Esa rivalidad, sostiene el exdiputado petista, motivó la salida de Sandoval Flores de Zacatecas. A Narro lo mandaron a diferentes estados a cubrir elecciones: Coahuila, Nayarit y Baja California Sur. “Finalmente, cuando yo era diputado local, en el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel había una molestia al interior del PT en Michoacán porque habíamos firmado un convenio de coalición y no nos registraron a todos los compañeros que iban de regidores. “La dirección en ese momento decide mandar a Reginaldo, pues no había dónde ‘ponerlo’, y lo envían Michoacán para ‘conciliar’, y llega justo en el proceso extraordinario electoral de Zamora, el 6 de julio de 2003, anulado debido a que el PAN utilizó cuestiones religiosas, como la figura de Juan Pablo II”, rememora. Para entonces, abunda Luis Patiño, el PT vivía una crisis porque la directiva encabezada por Aníbal Guerra fue desconocida por la dirigencia nacional, y por ello se envió a Reginaldo Sandoval Flores para que asumiera las riendas del partido. Recuerda Valencia López: “Reginaldo llega a Michoacán a mediados de la elección extraordinaria de Zamora, como comisionado político, en un Tsuru robado y destartalado, hay pruebas. Lo propone Aníbal Guerra, en ese tiempo dirigente del PT, quien me nombró coordinador de la campaña. “Fue un verdadero desastre la elección de Zamora. A la mitad de la elección, al antojo de Reginaldo, se le entregó la mitad de los recursos y la otra desapareció. En Los comicios no hubo más que gallardetes,, que esos son gratis en el PT. Todo lo demás no sabemos dónde quedó”, acusa. Según Valencia, hubo semanas enteras en que se perdía contacto con Reginaldo, “y yo decía, ‘bueno ¿dónde está?’. No contestaba el teléfono ni recados. Pensé que estaba en Zacatecas porque estaba cambiando sus cosas de ese estado a Morelia. Pero no, se la pasaba viviendo y comiendo en el mejor hotel de Zamora El Jericó”. –¿Qué pasó con los recursos de Zamora? –Con toda honestidad, Sandoval Flores se robó la mitad de los recursos para la campaña y la otra mitad se la echó Aníbal Guerra. Mientras ellos vivían en El Jericó y comían como reyes, nosotros, la tropa, comíamos sopas Maruchan. –¿Qué hay de que en la elección de Zamora utilizó facturas falsas? –Sí. Yo puse una demanda ante el Instituto Federal Electoral: La PT CG171/2006, y el instituto impuso una multa cercana a los 50 mil pesos al PT, precisamente el entonces consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde Ramírez, en 2006. “Son falsas, porque conozco al que se las dio. Una por 30 mil pesos, otra por 27 mil y por ahí anda otra de 16 mil pesos. Se hizo la investigación, Reginaldo dijo, ‘aquí está mi factura’. Se cotejó, se llevó al Tribunal. Yo fui dos veces a México, Reginaldo nunca se presentó. Como no se presentó, se ejecutó la sanción. “La última vez yo tomé el partido, porque le dije: ‘Nada más ganas tú, todo tú’. Tomo el partido y me quedé con toda la documentación comprobatoria ante el Instituto Estatal Electoral en Michoacán. “Toda esa comprobación, al final, Reginaldo nunca la presentó. La contadora tenía una relación directa conmigo y toda la información me la daba a mí”, afirma Valencia. Valencia López recuerda que una vez platicó con Leonel Godoy en México. “Íbamos a hablar con el ingeniero (Cuauhtémoc) Cárdenas, pues se supone que las izquierdas íbamos todas en coalición. Leonel salió molesto de hablar con el ingeniero Cárdenas y lo único que nos comentó fue: ‘A mí en Baja California (Reginaldo) me robó todo el recurso. Para mí ese Reginaldo es una rata’, dicho por Leonel”, subraya.

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