MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) condenó al hotel Mayan Palace de Acapulco a pagar 30 millones de pesos como indemnización por daño moral a los padres de un joven que murió electrocutado en el lago artificial de sus instalaciones. En un comunicado, el máximo tribunal indicó que Ángel Sinué falleció en el lago debido a un cortocircuito ocasionado por una bomba sumergible que no había recibido mantenimiento, el 16 de septiembre de 2010. Según la Corte, el hotel no contaba con personal calificado para reaccionar a la emergencia, no dio un trato digno a la familia de la víctima y proporcionó atención médica inadecuada. Agrega que la empresa incumplió con la normatividad aplicable a la prestación de servicios de hotelería y con sus deberes generales de cuidado. Ángel García Tello y Sabina Medina Coronado, padres del joven, “nunca recibieron apoyo (de la empresa), por el contrario, trataron de alterar el acta de defunción para eliminar la palabra electrocución, y han humillado a los padres de la víctima acusándolos de querer sacar provecho económico de la desgracia”, detalla la demanda. Ángel Sinué falleció 20 minutos después de recibir la descarga eléctrica. Un grupo de amigos logró desconectar la electricidad; además, la doctora del hotel no contaba con equipo adecuado para auxiliar al joven. Admivac y G. Luxury, las dos empresas demandadas, argumentaron que el joven utilizó el servicio de lanchas del lago artificial bajo su propio riesgo. Inicialmente el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal determinó que hubo daño moral en el caso y condenó al hotel a pagar una indemnización de un millón de pesos a la familia. Sin embargo, ambas partes se ampararon y el caso llegó a la Suprema Corte cuyos ministros resolvieron por unanimidad el juicio. Determinaron que en casos de daño moral los jueces deben tomar en cuenta el tipo de interés lesionado, la gravedad del daño causado y la capacidad económica de quien lo causó. Esta condena histórica es la más importante dictada por la Corte contra un hotel, que establecerá un precedente sobre la responsabilidad de este tipo de establecimientos hacia sus clientes. El caso fue atraído por la Sala en mayo del año pasado. “En el caso se demostró la grave afectación a los sentimientos, afectos e integridad psíquica de los actores, ante la pérdida de su único hijo, y la alta capacidad económica y negligencia de la empresa demandada”, expone la Corte.