FICUNAM: "Somos Mari Pepa": rockeando al mundo

jueves, 6 de marzo de 2014 · 18:25
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La película tapatía "Somos Mari Pepa", que se presentó en las llamadas islas del Campus de Ciudad Universitaria como parte de la preinauguración del 4º. Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM), llega por igual a las salas del Centro Cultural Universitario (CCU) que a las de Berlín, la Riviera Maya y Cartagena. Y es que el filme independiente del joven Samuel Kishi ha tenido buena recepción en los grandes festivales de cine, tanto en México como en el mundo. “Fue una gran sorpresa para nosotros --afirma el realizador--. Es una peli que hicimos entre amigos. Todos estábamos conscientes de que era nuestra ópera prima y que teníamos que poner de nuestra parte.” Somos Mari Pepa surge de un cortometraje previo llamado Mari Pepa. Tras su éxito, decidieron que la trama daba para hacer una nueva versión de 95 minutos. Es la historia de cuatro adolescentes que viven en Guadalajara y tienen una banda “de garage”. Se reúnen todos los días a practicar la única canción de su repertorio, hasta que se enteran de que va a haber una guerra de bandas, y para participar necesitan dos temas propios. Sin embargo, cada uno tiene otros intereses, como su familia, la escuela o las chicas. Es entonces donde la solidaridad entre amigos se pone en juego. La trama parece simple, pero penetra en más temas de los aparentes. Habla, por ejemplo, de la desolación donde para los jóvenes el futuro no es algo con lo que se pueda soñar, sino una condena. “Es un espejo entre adultos y chavos”, dice el director. Y sin embargo, a pesar de lo profundo del espíritu de esta película, el humor está siempre presente. “Dicen que una película no es buena si no te ríes”, explica Kishi. Es increíble la naturalidad con la que se desenvuelven los jóvenes ante las cámaras. El director cuenta que para encontrar a sus actores puso convocatorias en las redes sociales, pero ningunos le convencían. Fue hasta un día que, comiendo alitas de pollo cerca de su casa vio pasar a dos chavos. “Son ellos –pensé-- y corrí a hablarles.” Desde entonces fue una larga labor para poco a poco ganar su confianza. Narra también que les pedía hacer un ejercicio que consistía en grabar su día. Entonces les prestaba la cámara para que ellos entendieran lo que era estar detrás. Incluso algunas de estas tomas fueron utilizadas dentro de la película. La producción se llevó a cabo con recursos propios, las locaciones eran sus casas particulares, y sus familias apoyaban haciendo la comida para el equipo de trabajo. “No tener dinero te da la oportunidad de tener libertad. No sé si vale la pena sacrificar eso.” Al parecer valió la pena. El filme fue fervorosamente aplaudido en febrero en la Berlinale --uno de los festivales más importantes del mundo--, dentro de la sección “Generación”, y en la pasada edición del Festival Internacional de Morelia. En el transcurso del año estará también en otros como Cartagena, Miami, Riviera Maya y Guadalajara. Dentro del FICUNAM aún hay oportunidad de seguirla, ya que tienen una función diaria hasta el 8 de marzo. Consulte los horarios y las sedes en http://www.ficunam.unam.mx.

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