Pide Narro restituir a la comunidad universitaria el auditorio Che Guevara

viernes, 21 de marzo de 2014 · 21:31
MÉXICO, D.F. (apro).- Durante la primera sesión del Consejo Universitario de la UNAM, este año, su rector José Narro Robles hizo un nuevo llamado a que se “restituya” a la comunidad universitaria el auditorio Justo Sierra –también conocido como Che Guevara– de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL). Tomado desde el año 2000 por colectivos “estudiantiles” y en torno del cual se desató una disputa violenta por su ocupación y administración el tercer día de marzo, se cuestionó al rector la posibilidad de que la autoridad conceda formalmente el espacio a un control estudiantil. “Lo que tiene que haber es que nos pongamos de acuerdo entre todos, pero particularmente que se le reintegre (el auditorio Justo Sierra) a la comunidad universitaria. No es posible, son demasiados años y el proceso ha demostrado que lo único que se ha ganado con (que permanezca tomado) es que se deteriore esa instalación y que se sustraiga del uso de la comunidad universitaria. No tiene por qué haber ahí otra cosa que la restitución del auditorio a las instancias universitarias”, respondió Narro, minutos antes de la sesión. Sobre las declaraciones del grupo de los autodenominados anarquistas, que a la fuerza se hicieron del control del auditorio desde el 19 de diciembre pasado y advirtieron sobre una eventual entrada de la fuerza pública para desalojarlos, el rector contestó: “Pues así tendrán la conciencia”. Luego se fue. Más tarde, ya en el pleno del Consejo Universitario, Narro Robles propuso la creación de una comisión sobre el tema que estará encabezada por el abogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, la directora de la FFyL, Gloria Villegas, así como tres consejeros universitarios: Enrique Cisneros Contreras, Ana María del Pilar Martínez y Martha Villavicencio, representantes de alumnos, académicos y trabajadores, respectivamente. La doctora Villegas expuso el caso: “Como todos supieron, han sido días muy difíciles para nuestra facultad. La exposición y el riesgo a la violencia en el que se cayó en ese momento (el 3 de marzo), reiteró lo que ya habíamos planteado en otras ocasiones: la necesidad de que ese auditorio se reintegrara a la vida universitaria y recobrara con todo vigor sus funciones”. Por su parte, la consejera Martínez calificó la toma del auditorio como un “inmerecido daño patrimonial y moral durante ya demasiado tiempo”, e hizo un llamado a las autoridades universitarias para que “el asunto no se pierda de vista hasta su resolución, y no hasta que ocurra otro indeseable episodio de violencia”. En otro tema polémico, discutido en los puntos generales de la orden del día, se abordó el Programa de renovación de la planta académica, que propone una edad límite de 37 años, en el caso de las mujeres, y de 39 en el de los varones, para obtener una plaza, lo que ha sido calificado como discriminatorio por un sector del profesorado, generando diversas protestas en los últimos días. Al respecto, el rector de la universidad, que ha rechazado reunirse con los inconformes, expuso: “Cuando se revisan los datos de algunas de nuestras entidades académicas y uno se da cuenta de que el promedio de edad de la planta académica de tiempo completo rebasa los 61 años, no puede sino estar preocupado. Igualmente cuando uno revisa lo que ha venido pasando en los últimos años, con la distinción para jóvenes académicos y en donde nos quedamos sin candidatos, pues no hay quien se presente porque no hay quien reúna la condición de tener menos de 40 años. “Hay un problema muy serio que tenemos que atender dentro de la universidad. No hemos querido en ningún momento ni terminar la relación laboral con los grandes profesores que tenemos sin importar su edad, hemos querido darles mejores condiciones, a nadie se ha obligado a que se retire”, apuntó. Sobre los detractores, concluyó que no “han dado argumentos ni datos válidos”. Antes, la consejera Adriana de Teresa habría planteado algunas de las inquietudes entre la comunidad académica: “No es que no haya la necesidad de incorporar jóvenes, pero se percibe como inequitativo y discriminatorio”. Por su parte, el consejero Edwin Ramírez Lemus manifestó que la renovación propuesta sería una “oportunidad para los jóvenes que se viene exigiendo desde hace mucho tiempo”. Entre los resolutivos del Consejo Universitario, se designó como profesores extraordinarios de la Universidad a los doctores Mario Molina y Ada Yonath, distinguidos con el Premio Nobel de Química en 1995 y 2009, respectivamente. También se aprobó la transformación de la Escuela Nacional de Artes Plásticas en la Facultad de Artes y Diseño, se creó la licenciatura en Estudios Sociales y Gestión Local, y se presentaron los estados financieros de la Universidad Nacional Autónoma de México, que en activos, en 2013, alcanzó los 35 mil 107 millones de pesos.

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