Israel: "Servicio militar, nunca; mi religión me lo prohíbe"

viernes, 25 de abril de 2014 · 21:25
MÉXICO, D.F. (apro).- Los ultra ortodoxos judíos y las fuerzas del orden se enfrentaron en Jerusalén el pasado 13 de abril, debido a que el gobierno les quitó el privilegio de exentar el servicio militar. La nueva ley fue aprobada el 12 de marzo y entrará en vigor el 1 de agosto próximo. Quien se niegue a cumplirla irá a prisión. Durante las protestas de marzo y abril, los religiosos quemaron llantas y arrojaron todo tipo de objetos a los policías antimotines en Jerusalén. El vocero de la policía, Micky Rosenfeld, dijo a las agencias EFE y AP que en la  marcha del 2 de marzo, llamada Marcha del Millón de hombres, hubo  3 mil 500 efectivos antimotines para restablecer el orden y fue necesario llamar a la policía montada para dispersar a los inconformes. El 10 del mismo mes se registraron manifestaciones de ultra ortodoxos en Nueva York, urbe con una gran comunidad judía. Con sus trajes negros,  altavoces y oraciones se opusieron al reclutamiento. Tal como manda la tradición, hombres y mujeres rezaron por separado, ya que estas últimas jamás pueden estar  en el mismo espacio físico que los hombres. La manifestación de los ultra ortodoxos en la primera semana de abril fue una de las mayores de la historia de Israel. Las cifras varían según la fuente. Los organizadores dijeron que hubo 600 mil participantes, mientras que la policía calculó 300 mil. Esta última cifra fue la que tomaron las agencias AP y EFE. En la protesta del domingo 13 de abril, cuatro policías resultaron heridos y hubo cinco detenidos, según informó el diario digital Aurora, (dedicado a Israel y el judaísmo). Ese día los inconformes demandaron la liberación de cinco estudiantes de escuelas talmúdicas arrestados por no haberse presentado a la oficina de reclutamiento. La mayor parte de las manifestaciones se han realizado en domingo, al término del shabat (sábado), que es el día  consagrado a ceremonias religiosas. Un soldado en cada hijo te dio Israel, desde su nacimiento como Estado-nación, ha estado en guerra con los países vecinos, por lo que toda la población hace el servicio militar. Los hombres tres años y las mujeres dos. La excepción habían sido –desde 1948– los ultra ortodoxos llamados jaredíes en hebreo, que significa “los temerosos de dios”. Al término de la Segunda Guerra Mundial, del Shoá y el Holocausto, eran pocos los judíos con una educación religiosa. Por esta razón Israel creó políticas especiales para que los hombres dedicados al estudio del Talmut y a las actividades religiosas recibieran dinero del Estado para entregarse exclusivamente a esa actividad. Pasaron los años y la comunidad jaredim creció más allá de la media, debido a que la religión y la tradición prohíben el uso de anticonceptivos. El promedio  es de siete hijos por familia. Por cada hijo el Estado otorga dinero y reciben ayuda y prestaciones sociales por ser jaredíes. Tampoco pagan impuestos. Los ultra ortodoxos –el 8% de la población israelí (8 millones)– ya son una carga económica para el país. Según el diario Jediot Achronot, entre 60 mil y 70 mil personas evitan el servicio militar. U para los “temerosos de dios” no hay mayor pecado que una mujer en el ejército. Su ausencia voluntaria del mercado de trabajo, unida a su limitada educación y a su rápido desarrollo demográfico, son, de acuerdo con un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional, un lastre y un peligro para el crecimiento y el sostenimiento de la economía nacional, destacó la agencia  EFE en u despacho. En julio de 2013 el gobierno de  Benjamín Netanyahu aprobó el proyecto de ley que exime a los  religiosos del servicio militar. En 2012, cuando se hizo público el proyecto de ley, ocasionó tal disgusto a  los partidos ultra religiosos que se rompió la coalición de gobierno de Netanyahu. El borrador proponía la  incorporación al servicio militar escalonadamente. Ese año serían reclutados 3 mil 800; en 2015, 4 mil 500, y en 2016, 5 mil 200. Inmediatamente empezaron las virulentas las protestas, incluso en Nueva York, donde existe una importante comunidad ultra ortodoxa. Actualmente los partidos religiosos amenazan con abandonar la coalición gubernamental y los nacionalistas presionan para tener más soldados ante una posible guerra con Irán. Hace décadas los jaredim crearon partidos políticos ( Agudat Israel, luego Shas y Degel Ha Torah) para defender sus intereses. Y a pesar que consideran a dios por encima de cualquier institución, entraron al juego de la democracia laica. La prioridad en la actividad política de los jaredim es la recolección de fondos del Estado para la financiación de las numerosas familias y de las instituciones religiosas. "El cambio empieza mañana por la mañana y seguramente transformará la cara de la sociedad israelí, tornándola irreconocible", dijo a la Deutsche Welle Yaakov Peri, del Partido Yesh Atid, que encabezó el movimiento para incluir a los religiosos en el servicio militar obligatorio. Los jaredíes suelen vivir en barrios aislados de los laicos para evitar contaminaciones inmorales. Tienen sus propios periódicos, sus propias tiendas y escuelas. En los autobuses que circulan por esos barrios, las mujeres deben sentarse en la parte trasera del autobús, lejos de la vista de los hombres, para no despertar en ellos “malos pensamientos”. Todas las actividades y vida de los jaredíes están dictadas por la Torah, los textos sagrados. Dios, desde su punto de vista, debe estar por encima de la democracia. Al tiempo que jaredíes protestaban en las calles, el rabino israelí Eliezar Berland, jefe de la yeshiva (seminario rabínico) Shuvu Bonim, afiliado al movimiento jasídico Breslov, fue arrestado en Zimbabwe, acusado de acoso sexual, violación y pederastia, según reportaron los diarios HaaretzAurora-Israel en su edición electrónica del 9 de abril. El rabino prófugo de la justicia vivió un tiempo en Estados Unidos, Italia, Suiza y Marruecos. Llegó a Zimbabwe hace dos meses, donde fue arrestado. Poco antes de huir de Israel, su hijo, su nieto y varios de sus seguidores fueron detenidos bajo la sospecha de fraude y lavado de dinero, publicó Aurora.  

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