"El artista no aspira al poder": Francisco Icaza

domingo, 4 de mayo de 2014 · 10:20
Francisco Icaza se quería ir al mar cuando, luego de cuatro años de vivir en Tepoztlán, se atrevió a reintegrarse a la catástrofe ineluctable en que se ha convertido el Distrito Federal —La idea era no volver —dice el pintor, de 54 años, cuya exposición “Me quiero ir al mar” será inaugurada el jueves 15 de noviembre en la galería Alternativa (Presidente Carranza 90, Coyoacán) y cuyas 36 láminas serán publicadas en un libro por las editoriales Katún y Tucán— Siempre me he querido ir al mar En 1979, después de mi exposición en el Museo de Arte Moderno, me quise ir al mar, pero no pude hacerlo En 1981, cuando expuse mi libro El diablo en Tepoztlán en el mismo museo, las últimas cinco páginas trataban sobre mis ganas de irme al mar En Tepoztlán viví de 1979 a 1983 Viví en medio del campo en contacto con las montañas, rodeado de amigos, todos ellos artistas de gran talento Aquí en Coyoacán empecé mi libro Me quiero ir al mar El resultado son estas 36 láminas de miniaturas gigantescas (cada una tiene alrededor de 60 horas de trabajo) Francisco Icaza se hizo un programa durante un año, pintando de las cinco de la mañana a las tres de la tarde en hojas importadas, Arches-France, “que cuestan una fortuna y son el mejor papel para acuarela en el mercado” —Ahora quiero volver al óleo —dice—, en cuadros grandes y trabajar un año en cada uno, lo cual es estar en contra de toda economía Voy a hacer otro intento de irme al mar, a un puerto tal vez Pero hay que saber escoger el sitio adecuado; las costas muy tropicales no son muy buenas para el óleo, por la humedad Por algo el óleo tuvo su origen en Flandes —Y el acrílico? —No me gusta Al ponerlo en la tela se muere, se vuelve insípido El acrílico se inventó en México en el Politécnico y aquí lo empezó a utilizar Jackson Pollock Es un plástico y es el que predomina en la pintura norteamericana de los últimos años, pues no se adhiere bien a la tela El plástico sólo se pega al plástico —¿Cómo percibe los cambios que se van dando en la pintura? —Cada vez que se ha dado un movimiento en la pintura se vuelve al paleolítico Hay siempre una vuelta a los orígenes Si no fuera por el arte perderíamos el rumbo La revolución de Modigliani tuvo lugar cuando descubrió la escultura africana O la de Henry Moore cuando volvió la vista hacia el pasado precolombino Pero la pintura siempre ha hablado de lo mismo: el hombre, su entorno, el sol, la luna, las estrellas, la luz El arte es la memoria del hombre, la tradición frente a la tecnología —¿En México está en un punto muerto? —Depende Hoy el mundo vive presionado por una economía de guerra en la que ciertamente se producen avances técnicos, pero a un costo económico inhumano Dentro de esta locura, el arte queda en segundo término, económicamente hablando, porque no hay recursos para el desarrollo del arte en todas sus ramas Sin embargo, el arte es una constante a pesar de los giros que va tomando el poder La reflexión que a mí me ha parecido más interesante es la de una conferencia de Albert Camus en Uppsala, Suecia, en los años 50: “El artista y su tiempo” Camus sostiene que nunca como ahora el arte ha estado tan perseguido y tan presionado por el poder, que los medios de comunicación manipulan constantemente la idea del arte Y es que lo que quiere el poder es uniformar bajo una sola idea a la población, pues no acepta otras formas de ver y de pensar —¿Cómo? —La ideología quisiera utilizar el lenguaje del arte para sus fines, inventando enormes burocracias alrededor Desde este punto de vista el arte está en peligro; está siendo discriminado y manipulado, pero cuando el poder es tan fuerte como ahora también se produce una reacción igualmente fuerte y más rica en ideas desde abajo Por eso nunca en la historia de la pintura ha habido un siglo de tanta riqueza, tan elocuente, como el XX La pintura ha tenido sus propias revoluciones Cuando se atora, vuelve a sus orígenes Cuando se ve oprimida, se libera de las imposiciones A partir del siglo XVIII los pintores escaparon a la obligación de hacer retratos de los reyes y de pintar sus batallas A partir de Goya el pintor se vuelve más consciente de su espacio para pensar lo que quiere decir, ronda menos las cortes y se acerca menos al poder para poder expresarse Y esa libertad que se ha ganado el artista en sus luchas ha culminado en el siglo XX —¿Cómo, dónde y cuándo, últimamente? —En un medio de burocracias tan feroces como la de la URSS, tan bárbara como la egipcia de la antigüedad que sólo autorizaba pintar figuras de perfil O las presiones del mundo capitalista, que son comerciales; si te portas bien las agencias de publicidad te promueven y venden —¿Por qué tiene que andar el arte por un lado y el poder por otro? —Porque el artista no aspira al poder, no le atrae, salvo el poder pintar, resolver el espacio virgen que tiene delante y decir lo que quiere expresar —¿Y qué sucede en la práctica? —Por un lado hay un arte “culto” —afirma Icaza—, como la pintura, la cerámica, la escultura, que tiene muy buena acogida en los museos públicos y privados, y esa cultura visual produce su riqueza en la urbe; es urbana Por otro, existe una cultura llamada “popular” a la que le dedican un museo especial Porque esto no es arte, se dice, es artesanía Pero la verdad es que se equivocan y mientras sigan por ese camino van a impedir que el talento se manifieste ¿Es artesanía la cerámica de Ocumichu, Guerrero, cuando cada una de sus piezas es diferente? No reproduce ningún patrón, el pueblo entero la produce, mujeres, niños, con una creatividad irrepetible todos los días, y la cuecen con pepsicola porque no tienen el agua que el gobierno debería facilitarles Sus piezas se venden en las mejores galerías del mundo y aquí se venden en Fonart a precios irrisorios —¿Cómo son? —Son diablos Es un pueblo que hace una gran mofa del diablo Y, claro, se dice, no es cerámica culta Y estos artistas no tienen acceso a los museos, porque las suyas “son esculturas de indios” que no obedecen a los patrones culturales que nos quieren imponer Hace menos de treinta años, los seris de la costa de Hermosillo y la isla Tiburón empezaron a esculpir en palo de fierro y sus piezas son tan extraordinarias que varios museos escandinavos se las compran mientras las galerías de aquí las ignoran —¿Y la pintura también se ha estancado? —No; lo que está en crisis es el sistema político, no el arte En México hay muchísimo talento, hay una cultura que se da de muy diversas maneras porque hay muchas etnias, muchas tradiciones e historias; el país es muy rico Lo que tal vez debería hacer el gobierno de México es dejar que los artistas produzcan lo que hacen de manera natural, apoyándolos económicamente sin pretender organizarlos y muchísimo menos orientarlos Y menos aún definir lo que es arte popular y lo que es arte culto También hay el problema de que algunas burocracias culturales de México son muy pomposas porque hay muchos juniors, muchos señoritos, hijos y nietos de los “revolucionarios” Como quiera que sea, seguiremos pintando, bailando, escribiendo poesía, aunque el mundo esté en peligro El artista, a partir de Goya, prefiere estar entre y con el pueblo y sentirse parte suya, sólo así se siente a sus anchas Cuando ese pueblo se ve amenazado, como ahora el de Nicaragua o el de El Salvador, uno se pone de lado de ese pueblo —¿Y en este mundo en llamas a usted se le ocurre pintar el mar? —Sí —concluye Francisco Icaza— porque es un anhelo de vida Frente al mundo espantoso que muestran los medios, el arte tiene que ser un grito en favor de la vida Por eso en la pintura aparecen mujeres pariendo, animales haciendo el amor, la vida cotidiana.  

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