MÉXICO, D.F. (apro).- Finalmente, la Secretaría de Hacienda (SHCP) tuvo que ceder: este viernes ajustó su pronóstico de crecimiento del PIB en 2014 a 2.7%, desde el 3.9 en que se había empecinado. Ante la contundencia de los datos que difundió hoy el Inegi, en el sentido de que la economía nacional sólo creció 1.8% en el primer trimestre de este año, respecto de igual periodo de 2013, y apenas 0.28% en relación con el último trimestre del año pasado, debió recortar su pronóstico de crecimiento para 2014. En efecto, desde septiembre del año pasado, cuando el Ejecutivo envió al Congreso el programa económico para este año, Hacienda estimó un crecimiento de la economía de 3.9%. De entonces, y hasta el jueves 22 –casi nueve meses--, nada ni nadie hacían que cambiara de opinión. Ni las proyecciones de los organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial, OCDE), ni las que hacían grupos financieros y consultorías dentro del país, todas continuamente a la baja, conmovían a la Secretaría de Hacienda, que se había obstinado en el 3.9%. Apenas la semana antepasada, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, cuando rechazaba que la economía mexicana estuviera en recesión –información del Inegi así lo indicaba--, dijo que la situación exacta de la economía se conocería el 23 de mayo, cuando el propio Inegi diera a conocer el dato oficial del PIB al primer trimestre. En ese entonces, dijo: “Nosotros lo que esperamos es una cifra claramente de crecimiento, un crecimiento que se está acelerando, y además ese mismo día haremos, en su caso, algún ajuste, si es que decidimos hacerlo, al pronóstico de crecimiento de la economía”. Pero llegó el 23 de mayo y Luis Videgaray tuvo que aceptar la realidad: en el primer trimestre del año la economía siguió prácticamente en la atonía. El Inegi informó que en ese lapso la economía apenas creció 0.28% en relación con el último trimestre del año pasado y en 1.8% respecto del primer trimestre de 2013. Pero si a este último dato se le aplica el ajuste por los efectos estacionales y de calendario, resulta que el crecimiento anual del PIB en el primer trimestre fue de 0.64% respecto del año anterior. Y fue sólo hasta que conoció estos datos que la Secretaría de Hacienda modificó sus estimaciones: que ahora la economía crecerá en todo este año en 2.7%, dijo en conferencia de prensa el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela. Una reducción de 1.2 puntos porcentuales respecto del alegre 3.9% sostenido empecinadamente. Y ese 2.7% es un crecimiento muy similar al promedio registrado “en las últimas décadas, muy mediocre”, ha dicho Luis Videgaray. Ante los medios, el subsecretario Aportela reconoció que el bajo crecimiento económico en el primer trimestre del año no sólo se debió al también pobre desempeño económico de Estados Unidos y del mundo, sino que fue efecto también de la reforma hacendaria. Insólito reconocimiento que hace Hacienda por primera vez, en los casi cinco meses de vigencia de la reforma fiscal. Dijo Aportela: “En el periodo enero-marzo de este año se observó una evolución transitoria menor en el consumo. Esta evolución menor, transitoria, se debió a los efectos de los impuestos, a las bebidas saborizadas, y también a los alimentos no básicos con alta densidad calórica”. Sin embargo, señaló que desde abril “ya se ha comenzado a observar que dichos efectos comienzan a disiparse; este efecto, sin lugar a dudas, es transitorio”. Y en un acto de auto-consolación, Aportela sugirió que muchos otros países, sobre todo desarrollados, están peor: “Quiero poner en contexto el crecimiento que observamos en el primer trimestre en México, quiero ponerlo en contexto utilizando datos de la OCDE. La OCDE en su más reciente reporte señala en las cuentas trimestrales que hace de los países miembros de la OCDE, señala que la gran mayoría de los países miembros observaron un decrecimiento en el producto interno bruto entre el primer trimestre de 2014 y el último trimestre de 2013; es decir, todas las economías, la gran mayoría de las economías, tuvieron una menor dinámica de crecimiento. “Hubo cuatro excepciones en los países miembros de la OCDE, las excepciones fueron Alemania, Japón, Reino Unido y México”. Pero el golpe ya estaba dado.