Rodolfo, la cosecha tras su participación en "La Jaula de Oro"

miércoles, 28 de mayo de 2014 · 13:48
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., (apro).- Ganador del Premio Ariel 2014 por mejor coactuación, el indígena tzotzil Rodolfo Domínguez Gómez, soñó alguna vez ser actor para filmar películas tipo Rambo o Jean Claude Van Dame. Lo que nunca imaginó es que su sueño se haría realidad a su corta edad. Y no para filmar películas hollywoodenses, sino para actuar en algo más apegado a la realidad, a lo que enfrentan muchos migrantes mexicanos y centroamericanos: el calvario para llegar a Estados Unidos. Rodolfo es uno de los protagonistas de la cinta La Jaula de Oro, dirigida por el cineasta Diego Quemada-Díez, que ayer conquistó nueve arieles. La cinta que retrata crudamente el tema de la migración se estrenó el pasado jueves en todas las salas del país. Cuenta la historia de Juan (Brandon López), Sara (Karen Noemí Martínez Pineda), quien por seguridad se hace pasar por hombre, y Samuel (Carlos Chajon), quienes emprenden el viaje rumbo a Estados Unidos abordando el ferrocarril del esta frontera sur con Guatemala hasta la frontera norte con Estados Unidos. Al cruzar la frontera sur se les une Chauk, interpretado por Rodolfo Domínguez Gómez, el joven indígena tzotzil de 17 años, originario de Chalchiuitán, en los Altos de Chiapas. En una primera deportación, en La Mesilla, Samuel desiste de seguir su camino, no así los otros tres jóvenes. En la travesía sufren las peripecias, como hambre, sin dinero, trabajar de lo que se puede para obtener dinero, son asaltado por policías. Luego pierden a Sara, luego de que fueron bajados del tren por un grupo de hombres armados que tras descubrir que era mujer y no hombre como aparentaba, se lo llevan junto a otras rumbo al mercado dela trata de personas. Chauk, quien no habla español y por ende discriminado por Juan, el caxlán o ladino guatemalteco de piel blanca, entablan una estrecha amistad hasta cruzar la frontera con Estados Unidos, pero Chauk -Rayo en tzotzil y como lo conocen en la vida real sus amigos en su pueblo- muere de un balazo por un ranchero norteamericano cazador de migrantes. Juan Sobrevive y encuentra empleo en una procesadora de alimentos, pero nunca olvida esa larga travesía en la que pasaron situaciones críticas. Todas las personas que aparecen en la película no son actores, y con excepción de los protagonistas, eran migrantes que los productores contrataron en los lugares donde se rodaba la película. En la película, cooproducida por el Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, se muestra la labor que ha hecho el padre Alejandro Solalinde, quien ya ha recibido amenazas de muerte por su labor con migrantes. El padre aparece en el filme como él mismo al frente del albergue Hermanos en el Camino. Rodolfo Domínguez, Chauk en el filme, dice que gracias a que fue elegido en un casting Een el que participaron seis mil jóvenes indígenas, tras la filmación aprendió a hablar un poco de español, pero que antes no sabía una sola palabra. Luis Salinas Tinajero, productor de la película que en efecto, buscaban alguien como Rodolfo que no supiera hablar español y que no era la intención buscar actores profesionales para esta película sino jóvenes con esa inocencia al expresarse ante las cámaras. Dice que la parte que más le gustó del filme, es donde tuvo que hacerla de curandero para sanar las heridas de Juan, luego de ser herido de un machetazo cuando intentó detener el rapto de Sara, su amiga de viaje. En la vida real, Rodolfo dice que viene de una tradición donde su familia, todos dedicados al campo y la agricultura, han migrado rumbo a Estados Unidos. La referencia que tienen es llegar a Sonora donde emplean en los campos agrícolas y posteriormente buscar la frontera norte para cruzar del otro lado. Después de conocer lo que sufren los migrantes, dice que no quiere migrar, que se ha quitado esa aspiración y que ahora su mensaje a sus amigos y familiares es que no lo hagan, que se pasan muchas penurias. Que prefiere quedarse en el pueblo. Con el dinero que le dieron se compró un pequeño predio donde su padre Marcos Domínguez Luna empezó sembrar hortalizas y le puso tienda su madre María Gómez Pérez, pues tiene una familia muy pobre. Con apenas la primaria terminada, dice que quiere continuar sus estudios y que si existe la oportunidad de actuar en otra película con gusto lo haría. A Rodolfo le ha gustado la fama, posa ante las cámaras, los jóvenes, hombres y mujeres lo buscan, le piden fotos, es entrevistado, le piden firmar los carteles de la película. Ahora espera que la película que ya se exhibe en todo el país algún día pueda ser llevada a Chalchiuitán, para que lo vea su familia, sus amigos, sus conocidos en el pueblo que le preguntaron donde estuvo tanto tiempo ausente. Y fue ese tiempo que se llevó en filmar la película. La película ha ganado varios premios: a mejor reparto en el Festival de Cannes 2013, del Público en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2013, a Mejor Nuevo Director en el Chicago Internacional Film Festival, Astor de Oro en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2013, por Mejor Opera Prima en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Fue ganadora también del Premio Gillo Pontecorvo (por su “compromiso social, vigor narrativo y frescura narrativa”, ganadora al mejor filme de la Competencia Latinoamericana de Largometrajes del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar (noviembre de 2013), del Premio Astor de Oro en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2013, del Premio Especial del Jurado por Mejor Opera Prima en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Y la noche del pasado del martes 27 en el Palacio de Bellas Artes, otra vez Rodolfo alzó su nuevo premio, el Ariel 2014 a la mejor coactuación masculina.

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