El nuevo edificio de Aurelio Nuño "no existe"

martes, 16 de septiembre de 2014 · 12:41
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Puesto que la residencia Miguel Alemán dejó de ser oficina y volvió a ser casa habitación del presidente Enrique Peña Nieto y las cabañas ocupadas como vivienda por los anteriores mandatarios, Vicente Fox y Felipe Calderón, también están siendo usadas como morada de la familia presidencial, el Ejecutivo tuvo que construir un nuevo edificio en el perímetro de Los Pinos.

En la parte del terreno que corresponde a la esquina de avenida Parque Lira y Constituyentes, entre las puertas 1 y 2 de la Residencia Oficial de Los Pinos, se erigió un edificio de tres pisos para albergar el despacho del jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño Mayer, y los de otros funcionarios desalojados de la casa Miguel Alemán. En esa esquina antes sólo había vegetación y, cerca de ahí, las llamadas “caballerizas”, donde también había oficinas administrativas.

El nuevo inmueble cercano a la llamada casa Lázaro Cárdenas, y que se puede ver desde las avenidas Constituyentes y Parque Lira, destaca por sus vidrios polarizados y porque su arquitectura rompe con el estilo de Los Pinos. En su diseño arquitectónico, es un gran cubo de cristal. Por la noche las luces interiores del inmueble quedan prendidas y hacen visible su interior: decenas de oficinas.

Fuentes allegadas al gobierno federal dicen a la reportera que para tratar de esconder los gastos y evitar la rendición de cuentas, el gobierno peñanietista ha triangulado algunos trabajos de obra pública y compras. Las obras y adquisiciones se realizan mediante convenios con otras dependencias federales, encargadas de contratar a los proveedores.

En julio de 2014, con base en la Ley Federal de Transparencia, se solicitó a la Presidencia toda la información referente al contrato, convenio, convenio de modificación o cualquier otro instrumento jurídico en el cual haya quedada acordada la construcción del nuevo edificio de Los Pinos, su costo total y los documentos que justifican la realización de la obra.

Así como antes negó documentación y costos de la remodelación de la residencia Miguel Alemán, y aun cuando el nuevo inmueble está dentro de Los Pinos y sólo pudo ser edificado a petición y bajo la dirección de la Presidencia, ésta se rehusó a dar información al respecto.

La Secretaría Particular del presidente Peña Nieto, el Estado Mayor Presidencial, la Dirección General de Finanzas y Presupuesto respondieron que “después de efectuar una búsqueda exhaustiva en los archivos… no se encontraron registros documentales de la información que se solicita”. Como si el edificio que se ve desde la calle no existiera.

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Peloteo de responsabilidades

Por su parte, la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales sugirió que se solicitara la información a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) “para que en el ámbito de sus atribuciones se manifieste en relación a la información solicitada por el particular”.

En el gobierno de Peña Nieto los criterios de transparencia no se aplican igual para sexenios anteriores que para el suyo. En la solicitud de información hecha por la reportera a fin de conocer los gastos de remodelación en la residencia Miguel Alemán del 1 de diciembre de 2006 a diciembre de 2012, la Presidencia incluso reveló los montos de los convenios de colaboración y sus respectivos convenios modificatorios firmados con la Secretaría de Marina (Semar).

Según la información obtenida se hicieron convenios de 29.8 millones de pesos en los cuales se establecen los mecanismos de coordinación y cooperación entre la Semar y la Presidencia para la ejecución de los trabajos de adecuación, mantenimiento y conservación “de todos los bienes propiedad, destinados y/o en uso de la Presidencia, así como el equipamiento necesario de las áreas estratégicas para las actividades del mando supremo de las fuerzas armadas mexicanas que convengan a Semar y a la Presidencia”, señala el resumen de dicho convenio.

Si la Sedena fue responsable de construir el edificio donde despacha el jefe de la Oficina de la Presidencia, debió haber un convenio similar y la Presidencia debe tener copia del mismo. Pero niega su existencia. Como si fuera secreto de Estado.

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