Vaticano impone arresto domiciliario a exnuncio por abuso sexual

martes, 23 de septiembre de 2014 · 21:48
MÉXICO, D.F. (apro).- El Vaticano puso bajo arresto domiciliario a Josef Wesolowski, su exnuncio en República Dominicana, quien enfrenta un proceso penal por presunto abuso sexual contra jóvenes de ese país. Se trata del primer alto funcionario del Vaticano que enfrenta cargos criminales en una corte por presunto abuso sexual de jóvenes durante su estancia como embajador en el país caribeño. La Santa Sede ordenó el regreso de Wesolowski en agosto de 2013, luego de que el arzobispo de Santo Domingo le contara al Papa Francisco acerca de los rumores de que el sacerdote de origen polaco había abusado sexualmente de varios adolescentes en el país caribeño. Los fiscales dijeron que presuntamente el exembajador dio dinero a los jóvenes en la isla para que se masturbaran. Las autoridades dominicanas abrieron una investigación aunque primero se negaron a presentar cargos porque el Vaticano había dicho que Wesolowski gozaba de inmunidad diplomática. Sin embargo, un tribunal de Santo Domingo dio los primeros pasos para presentar las acusaciones el mes pasado, luego de que el Vaticano lo expulsara del sacerdocio y dijera que había perdido su inmunidad y que podría ser procesado en cualquier lugar del mundo. Este martes, un tribunal penal independiente de la ciudad-estado del Vaticano dio apertura al proceso penal contra Wesolowski al aceptar la celebración de una audiencia preliminar y lo puso bajo arresto domiciliario. No obstante, a través de un comunicado, el Vaticano informó que Wesolowski presentó documentos médicos en los que argumenta “problemas de salud” que le impiden cumplir con una detención más restrictiva. Dentro de sus cuarteles de policía, el Vaticano tiene unas cuantas habitaciones pequeñas que sirven como celdas de detención temporal. Wesolowski podría enfrentar una condena de cárcel si es declarado culpable por el tribunal penal del Vaticano, que tiene jurisdicción sobre crímenes cometidos dentro del estado del Vaticano o por cualquier funcionario diplomático de la Santa Sede.

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