Artistas mexicanos presentan en Berlín el performance "Borrando la frontera"

jueves, 2 de octubre de 2014 · 19:48
BERLÍN, Alemania (apro).- Las largas rejas de acero que dividen las playas de Tijuana de las de San Diego, California, desaparecen por un momento y la inmensidad del mar y el cielo se vuelve, como es por naturaleza, una sola. El paso es libre. El muro desaparece. Lo anterior es, sin embargo, sólo un momento de poética ilusión, el momento que dura el performance Borrando la frontera (Erasing the border) de la artista mexicana Ana Teresa Fernández, quien rodillo en mano y una larga, muy larga escalera, pinta de azul cielo las rejas de acero que, incrustadas literalmente en arena y mar, separan a mexicanos y estadunidenses. La ilusión óptica es casi perfecta, pero es sólo eso, una ilusión. “La imagen bajo la que vivimos de un, así llamado, mundo globalizado nos confronta con la paradoja de un mundo lleno, como nunca antes, de barreras que separan. Nunca antes hemos visto tantas: la que se levanta entre México y Estados Unidos; la que existe entre Israel y Palestina y otras muchas. Así que esta globalización que se nos presenta como un intercambio de intereses, en realidad no capitaliza los valores humanos sino al contrario, incrementan y profundizan los abismos entre los países y sus ciudadanos y ese es el tema que queremos plantear con esta exposición”, explica a Apro Elisa Ganivet, curadora de la exposición Border-Bridges que, con motivo del 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín, se inauguró este jueves en la capital alemana. Y es que, si en Berlín no existen más muros, al menos físicos, sí los hay en otras partes del planeta. Bajo esta temática, un grupo de 12 artistas latinoamericanos, diez de ellos mexicanos, fue invitado a exponer su visión sobre los "muros" que hoy aún se levantan como símbolo de división y su relación con los procesos migratorios. El muro de metal que divide Mexicali de Calexico y el provocativo “Penétrame” pintado con letras azules sobre su superficie y con el que juega en su performance del mismo nombre, el mexicano Franklin Collao; la autopista de Nuevo Laredo vista desde arriba, que presenta Alejandro Cartagena y desde donde el espectador es testigo del constante ir hacia "el otro lado" de camionetas "trocas" que llevan dentro un colorido mosaico de escenas que en realidad no son otra cosa que la cotidianidad y realidad del flujo migratorio entre ambos lados; o la instalación de audio The Wall of Sound, de Alejandro Moncada, que revela a La Bestia, el tren que recorre México de sur a norte, como un animal-muro que ruge y que transporta no sólo mercancías sino también carga humana, son algunos de ellos. Perry Vásquez, por su parte, reivindica con su trabajo Keep on Crossin' los derechos de los migrantes mexicanos y el arte chicano. R. Carumba -un personaje caricaturizado del estereotipo del campesino mexicano con bigote, sombrero y huaraches- es presentado como un gigante que, en compañía del sol y la luna, el día y la noche, cruza y cruzará siempre la frontera. El trabajo de Vásquez, nacido en Los Ángeles, se complementa de un Manifiesto, elaborado junto con Víctor Payan, que proclama los derechos de los inmigrantes: "Es un llamado a cruzar la frontera en todos sentidos: políticos, sociales, lingüísticos, culturales, económicos y tecnológicos". "Hay muros físicos que han desaparecido, como el de Berlín, pero hay muros mentales que aún permanecen. Y éstos son peores porque éstos son los que en realidad levantan los muros físicos. A pesar de todo, se sabe que ningún muro funciona para evitar que la gente vaya y venga. En el caso de Estados Unidos a todos nos queda claro que el muro que se ha levantado no sólo es para evitar que la gente cruce; se construye para satisfacer, justificar y legitimar a un gobierno frente a una sociedad conservadora", explica Vásquez.

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