MÉXICO, D.F. (apro).- El director del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Thomas Frieden, afirmó hoy que las autoridades sanitarias estadunidenses deberán “pensar de nuevo en las formas en las que controlamos la infección por el virus de ébola”. Ayer, la misma institución confirmó la infección de Nina Pham, una enfermera de 26 años que atendió a Thomas Duncan, el paciente de origen liberiano fallecido la semana pasada en un hospital de Dallas, en Texas. Además, las autoridades realizaron una transfusión de la sangre de Keny Brantly, el paciente originario de Estados Unidos quien sobrevivió al ébola y el que hoy se encontraba en un estado clínico estable. Sin embargo, la forma en que ocurrió la “primera infección en Estados Unidos” despertó dudas y cierta paranoia, ya que la enfermera vestía el uniforme aislante cuando atendía a Duncan. Según Frieden, sólo una “brecha en el protocolo de seguridad” pudo permitir al virus infiltrarse en el cuerpo de Pham. A raíz de varias entrevistas con la enfermera, el CDC determinó que posiblemente existieron “inconsistencias” en el traje de protección y en la forma de quitárselo. Los investigadores no descartan que la infección ocurriera cuando la enfermera ayudó en realizar la diálisis del riñón o en la intubación por la garganta de Duncan. “Estos dos procesos pueden diseminar materiales infectados y están considerados como de alto riesgo”, precisó Frieden a la cadena CNN. Y añadió: “Es posible que en los próximos días veamos casos adicionales de ébola”. En México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud, Pablo Kuri Morales, destacó la capacitación “de 100 infectólogos en línea”, mientras que siete hospitales quedaron habilitados para atender eventuales casos de ébola. Los nosocomios habilitados se localizan en las ciudades de Tijuana, León, Monterrey, Guadalajara, Ciudad del Carmen y dos en el Distrito Federal.