MÉXICO, D.F. (apro).- En su más reciente evaluación de la economía mexicana, cuyos resultados difundió este miércoles, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revela: La economía mexicana crece débilmente y sigue por debajo de su potencial. El desempleo continúa aumentando. Los salarios reales avanzan a paso de tortuga. La inflación sigue en ascenso. Y la producción manufacturera y las exportaciones se han fortalecido un poco sólo porque se recupera la economía de Estados Unidos. Más aún, el crecimiento del crédito de la banca comercial a las empresas y los hogares se ha desacelerado fuertemente –para estos últimos pasó de 16 a 8%. La deuda pública total del sector público rebasa ya 4% del Producto Interno Bruto. Y el gasto público se ejerce sin controles estrictos. Como todos los años, una misión del FMI visitó México –lo mismo hace con todos los países miembros, en apego al Artículo IV de su Convenio Constitutivo–, para analizar a fondo el desempeño de la economía nacional. Para ello, se reunió, analizó y discutió con autoridades financieras y monetarias, analistas, empresarios y organizaciones civiles el desempeño de todos los indicadores económicos del país. Con la información recabada, los miembros de esa misión elaboran un informe para el Directorio Ejecutivo del FMI. La visita a México concluyó el viernes 7 y este miércoles 12 difundió la evaluación que los directivos del FMI hicieron de la economía mexicana a partir del informe que presentaron los integrantes de la misión que visitó el país. Destaca en él que aun cuando la marcha de la economía en los meses recientes evidencie cierta recuperación, el PIB no crecerá este año en 2.7% como estima la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sino en 2.4% que el propio Fondo había pronosticado. Y eso, con todo y que la “fuerte recuperación” de la economía estadunidense ha fortalecido en México la producción manufacturera y las exportaciones, especialmente las automotrices. También, que el reciente fortalecimiento de la actividad de la construcción en el país y el incremento en el gasto público de infraestructura tampoco podrán evitar que la economía del país no crezca más allá de un 2.4%, según el documento. Dice éste: “Los directores ejecutivos resaltaron el repunte de la actividad económica en México, impulsada por una fuerte demanda externa y por una recuperación en el sector de la construcción. Al mismo tiempo, elogiaron la culminación del proceso legislativo que impulsó una amplia agenda de reformas estructurales”. Sin embargo, también consideraron que la recuperación de la economía mexicana es vulnerable. “Coincidieron en que un resurgimiento en la volatilidad en los mercados financieros globales representa una fuente de riesgos”. Reconocieron los directores que para darle mayor credibilidad al nuevo marco fiscal –a partir de la reforma que entró en vigor este año-- las autoridades deben apegarse estrictamente a la trayectoria fiscal anunciada. En ese contexto, “algunos directores subrayaron que aumentar los ingresos no petroleros sería necesario, especialmente si los ingresos petroleros son menores a lo esperado”, a pesar de las reformas en materia energética. El FMI, según se desprende del documento difundido hoy, tampoco cree en el discurso oficial en materia de gasto público, en el sentido de que se está ejerciendo puntualmente, de manera ordenada y con un claro impulso a las actividades productivas. Dice: “Los directores alentaron a las autoridades a mejorar aún más la implementación del marco presupuestal, a través de un presupuesto de gasto más realista y controles más estrictos de la ejecución del gasto”. Por otra parte, los directores del FMI creen que sigue faltando transparencia en las finanzas públicas de las entidades federativas. Lo dice así el documento: “Los directores observaron que el monitoreo y control de las finanzas estatales y municipales deben fortalecerse. En particular, indicaron que sería importante adoptar completamente la metodología de contabilidad que permita reportar las finanzas gubernamentales de estados y municipios de forma uniforme, y que se introduzca un marco legal formal para anclar la política fiscal a nivel local”. También reconocen que el crédito de la banca de desarrollo se ha incrementado de manera importante, sobre todo en apoyo a las pymes. Sin embargo, “recomendaron cautela para evitar el desplazamiento del crédito otorgado por la banca privada, o el relajamiento en los estándares para el otorgamiento del crédito”. Finalmente, si bien reconocen que las reformas estructurales aprobadas en México podrían detonar el crecimiento económico y el desarrollo social, los directores consideraron que podría no ser así si no hay “una fuerte y sostenida implementación de la agenda de reformas estructurales. “Una implementación apropiada y ordenada de las reformas aumentará la productividad y el crecimiento del producto en el mediano plazo”.