QUERÉTARO, Qro. (apro).- El secretario de Salud, Mario César García Feregrino, consideró que fue una “casualidad” que la empresa beneficiada con un contrato millonario para proveer de camillas chinas a la dependencia –que derivó en un daño al erario de cerca de 2.5 millones– tenga como accionista mayoritario a un amigo suyo y alquile las oficinas a su esposa Cintya María Jiménez. “Creo que fue una casualidad y, si no lo fue, vamos, tampoco puedo andar preguntando a cada una de las gentes que conozco cuáles son todos los giros que tienen”, justificó. El colaborador del gobernador priista José Calzada también dijo que “sé de algunos, pues soy muy amigo de algunos constructores, sí, y le construyen a la Secretaría de Salud, pues sí, sí le construyen pero no es algo que esté en mi ámbito de competencia darles o no darles un contrato de obra”. Luego señaló que la casa que su esposa alquila a la empresa Comercializadora CEM SA de CV, cuyo propietario es Isaac Pérez Uribe, uno de sus amigos, se debió a la intervención de un tercero. “Llega una persona que se dedica a las bienes raíces, corren la casa, se renta la casa y bueno se da la renta de la casa; te comento, la casa tiene rentada desde el 2004 y pueden comprobarlo con los vecinos, no es algo nuevo”, insistió. Ahora, argumentó, “el que la tenga y genere una empresa, una serie de empresas, en ese que es su lugar, pues eso es parte de su razón fiscal y pagará sus impuestos y todo. A nosotros nos paga, bueno, a mi esposa le paga la renta de la casa y se acabó”. Sobre las irregularidades que detectó la Entidad Superior de Fiscalización Estatal (ESFE) en la adquisiciones de esas camillas, el funcionario aseguró que no sabe cómo la licitación “internacional”, “abierta” y “sin quejas” --como él la califica--, derivó en pagar las camillas a 43 mil cada una y recibir otras de 9 mil 600 pesos. “No te puedo contestar esa parte”, evadió. Ante la denuncia de Gabino Soto Parra, exjefe de mantenimiento e integrante del comité de adquisiciones que participó en la licitación LPI-51105-001-002-12 y quien rechazó haber seleccionado a comercializadora CEM, García Feregrino respondió que ese empleado había tenido comportamientos no apropiados y por eso lo despidieron. “Si esto no estuvo bien desde el principio es porque ahí hubo algo atrás, y eso que hubo algo atrás es una persona que tiene algún antecedente no adecuado desde su comportamiento y que se siente acusada, también habría… yo lo pensaría, no sé si bien o mal, no soy nadie para juzgarlo, no soy juez, lo que quiero es que la verdad salga adelante”, afirmó. Gabino Soto es el autor de la denuncia que exhibió el pago de 43 mil 452 pesos por camilla a la empresa Comercializadora CEM SA y la entrega de otras, de origen chino, con un precio comercial de 9 mil 600 pesos. Soto Parra reveló las irregularidades después de iniciar un litigio laboral, pues temía que lo involucraran en la compra de las camillas. “Yo no la seleccioné, yo a ese proveedor no lo conozco”, acusó. Buscan “arreglar las cosas” El secretario de Salud sostuvo que el contrato a Comercializadora CEM fue rescindido y por tanto las 73 camillas serán retiradas del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, por incumplir con las especificaciones técnicas. “Se le rescinde el contrato al proveedor y en esto se le retiene la garantía, pues siempre que se hace una licitación se da una garantía… entonces el dinero de la irregularidad está sustentado y está garantizado”, acotó. García Feregrino informó que la cancelación del contrato obedece a que las camillas incumplieron con las especificaciones técnicas, y aseguró que el 100% del dinero será recuperado. “Se están retirando todas las camillas porque habrá que hacer la compra de las nuevas, se van a retirar todas, al rescindir el contrato se retiran las camillas, se reintegra el dinero, se hace una nueva compra”, insistió. Sin embargo, para Gabino Soto, el exjefe de mantenimiento del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, en la Secretaría de Salud están intentando “arreglar las cosas”. El denunciante expuso que existe documentación que da cuenta de que la garantía era de sólo 12 meses, lo que en la práctica haría imposible rescindir el contrato. No obstante, el secretario de Salud estatal rechazó separarse del cargo mientras órgano interno de control lleva a cabo la investigación respectiva. “En ningún momento se ha entorpecido la investigación, en ningún momento se ha parado nada, el hecho de retener la garantía, bueno, pues eso habla de que existe la voluntad tanto de la Secretaría como del empresario”, finalizó García Feregrino.