MÉXICO, D.F. (apro).- Por segundo año consecutivo, el gobierno de Enrique Peña Nieto canceló, sin explicación, el desfile conmemorativo del inicio de la Revolución Mexicana, previsto para este jueves 20 de noviembre en el Zócalo, y lo cambió por una ceremonia de reconocimientos militares en el Campo Marte, junto a Los Pinos.
“Lo suspendieron, yo no”, declaró hoy el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, sin precisar quién tomó esa decisión, que más tarde fue oficializada por la Secretaría de Gobernación en un comunicado de dos párrafos sin ninguna explicación.
“El 20 de noviembre representa una fecha en la que los mexicanos celebramos el inicio de nuestra Revolución. En esta ocasión, se ha optado porque la conmemoración no sea acompañada por la festividad y el tradicional desfile deportivo.
“La Secretaría de Gobernación informa que la conmemoración del 20 de noviembre consistirá en la ceremonia de entrega de condecoraciones y ascensos a personal militar en activo de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, que tendrá lugar en Campo Marte”.
La cancelación del desfile deportivo fue repentino, porque ya se habían colocado gradas para los asistentes, aunque también se había anunciado con varios días de anticipación una amplia movilización popular en demanda de la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El año pasado el desfile deportivo se suspendió en un contexto de atentados contra instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), atribuidas al crimen organizado, y a las movilizaciones de profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y también se conmemoró en el Campo Marte.
En esa ocasión fue la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) la que hizo el anuncio de que habría una ceremonia, como ahora en el Campo Marte. De hecho, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aseguró que no se canceló el desfile porque el gobierno de Peña no tenía previsto realizarlo.
"Entonces no hay ninguna cancelación”, alegó Osorio, quien explicó que no se había considerado acto alguno por diferentes circunstancias y “creímos que este momento es festividad para reconocer al Ejército, ascensos, se prevé un evento con el Estado Mayor y uno más para el Premio Nacional de la Juventud”.
En el sexenio del panista Felipe Calderón no hubo cancelación, pero sí en el de Vicente Fox, en su último año de gobierno, en 2006, tras la cuestionada elección presidencial y cuando, ese día, en el Zócalo, Andrés Manuel López Obrador se invistió como “presidente legítimo de México”.