En uno de cada tres hogares hay maltrato emocional, intimidación y abuso: UNAM

lunes, 24 de noviembre de 2014 · 13:40
MÉXICO, D.F., (apro).- En México, una de cada cinco mujeres ha sido maltratada física o sexualmente; cada 15 segundos se agrede a una, y en uno de cada tres hogares hay maltrato emocional, intimidación, abuso físico y sexual, afirma Patricia Piñones Vázquez, académica del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM. El daño físico mata o provoca discapacidad en un gran número de mujeres de entre 15 y 44 años, cifra superior a las enfermas de cáncer cervicouterino o de mama, abunda la especialista. Lo más grave, alerta, es que la violencia “se naturaliza” y se percibe como “normal”, lo que ha llevado a considerar ese problema como una pandemia global de la que México no es ajeno. El asesinato, señala, es el acto culminante de una serie de vejaciones cruentas. La violencia contra las mujeres, destroza vidas, rompe comunidades y detiene el desarrollo y es urgente atenderlo desde el punto de vista social y cultural, abunda Piñones. Sin embargo, uno de los problemas principales para detectarlo y atenderlo es la falta de denuncia ocasionada por el miedo y la vergüenza de las mujeres. Otro obstáculo para que se reconozca la violencia de género es la invisibilidad y normalización. “Si todo mundo percibe este comportamiento como normal, se aprende a verlo así y después se replica de la misma manera, lo que tiene impactos a nivel individual en los sobrevivientes, es decir, los niños que presencian la violencia en cualquiera de sus formas y expresiones”, afirma. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2011), 47 de cada 100 mujeres de 15 años o más que han tenido pareja o esposo, han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual; 44.8% de las casadas o unidas ha sido agredida por su pareja o esposo al menos una vez a lo largo de su vida en común, pero más grave aún es que esta situación ocurrió, incluso, en el noviazgo, afirma la académica. Y cifras del Instituto Mexicano de la Juventud refieren que en el noviazgo 15.5% de las mexicanas de entre 15 y 24 años de edad ha sido víctima de actos en el sentido referido, 75% ha sufrido agresiones psicológicas y 16.5% ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual. A ello se suma la edad temprana en la que las mujeres inician sus relaciones de pareja: 30 de cada 100 mujeres se une en pareja antes de los 18 años, “lo que muestra una de las tantas caras de la discriminación, pues indica la falta de oportunidades y opciones de desarrollo”, señala Piñones. La alta incidencia de transgresiones contra los derechos de las mujeres ocurre a pesar de que la legislación mexicana ha sido precursora en la región en materia legislativa en el tema; ejemplo de ello son las leyes generales para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (2006), y la de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007). También, dice, se considera un avance fundamental la reforma constitucional en derechos humanos, que los eleva a rango constitucional, así como las recientes reformas al Código Penal Federal. Sin embrago, añade, existe un ambiente de impunidad, sumado a la insensibilidad y ausencia en la rendición de cuentas por parte de un sector considerable de autoridades del ámbito de la impartición de justicia, lo que “hace sinergia con la violencia y discriminación sistemática, que deriva de estructuras patriarcales y machistas asentadas en prácticas, valores y normas, así como en disposiciones jurídicas, según afirma un reporte de la ONU”, afirma Piñones. Por ello, en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, que se conmemora este 25 de noviembre, la especialista hace un llamado a promover los derechos de las mujeres y de las niñas y una vida sana con igualdad de oportunidades, pero también se requiere que éstas los conozcan y los exijan. Asimismo, añade, es necesario que quienes se desempeñan en las instituciones encargadas de proveerlos, los respeten.

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