MÉXICO, D.F. (apro).- El precio del petróleo sigue en picada. Esta tarde la mezcla mexicana cerró en 48.20 dólares por barril, lo que significa un retroceso de 3.31%, respecto de la jornada del viernes pasado, según datos de Petróleos Mexicanos (Pemex). La razón principal de esta baja fue la decisión de Arabia Saudita y las naciones integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de incrementar su producción, aunque haya una demanda débil del combustible. Desde su cotización más alta del año, registrada en junio, la mezcla mexicana de petróleo prácticamente ha caído 53%, es decir, más de la mitad de su valor. Por su parte, el barril de crudo Brent, cerró en el mercado de futuros de Londres en 60.11 dólares, un 2.1% menos que la sesión anterior. Mientras que el petróleo de Texas (WTI) descendió 3.3% al cotizarse con un precio de 55.26 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex). En los últimos meses, los precios del petróleo crudo disminuyeron debido a una expansión sostenida en la producción de petróleo en Estados Unidos, y a que ésta no fue contrarrestada por un recorte en la producción de la OPEP, lo que se ha combinado con una disminución en la demanda, producto del menor crecimiento económico mundial. Presionado por la baja en los precios del petróleo, el peso también registró un retroceso frente al dólar ya que al finalizar este día, el tipo de cambio interbancario fue de 14.6575 pesos por cada billete verde, 0.09% más caro que el viernes de la semana pasada. En ventanillas bancarias, el dólar se vendió en 14.96 pesos. En contraparte, la jornada de este día para la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) fue positiva al registrar ganancias del 0.81%, con una variación positiva de 343 unidades para un total 42 mil 873 puntos en el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC). La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) advirtió el viernes pasado que estas cotizaciones del barril de petróleo “también podría mantener o incluso acentuar la debilidad del peso en un contexto de inflexibilidad del gasto público, en el que las perspectivas sobre el precio del petróleo son desfavorables y la plataforma de producción petrolera se ha deteriorado”. De hecho, también alertó que el entorno macroeconómico que enfrenta la economía mexicana, en particular el diferencial de crecimiento económico que se tiene con la economía estadounidense, la situación del precio del petróleo y el esperado incremento de tasas de interés en Estados Unidos, generará presiones sobre el tipo de cambio real y las tasas de interés.