Crean fuerzas de autodefensa para evitar invasiones en comunidad de Oaxaca

jueves, 15 de enero de 2015 · 20:23
OAXACA, Oax. (apro).- Con el objetivo de resguardar su territorio de las invasiones de sus vecinos de Santa Lucia Monteverde, la asamblea comunitaria de Santa Catarina Yosonotú determinó crear sus propias fuerzas de “autodefensa”. Así lo informó el presidente de Bienes Comunales, Ignacio Núñez Morales, quien destacó que alrededor de 500 familias de las comunidades de Lagunilla de Cárdenas y Morelos, en la región mixteca, se mantienen “atrincheradas” para evitar su expulsión. Detalló que ante la incapacidad de las autoridades para resolver el conflicto agrario, que ha dejado hasta ahora 560 muertos, un grupo de 400 comuneros cerró el camino que comunica a cuatro municipios para obligar a los gobiernos federal y estatal a que actúen y rescaten a las 500 familias que se encuentran parapetadas. Denunció que desde la tarde de ayer, habitantes de Santa Lucía Monteverde iniciaron una balacera para obligar a sus vecinos de Lagunilla de Cárdenas y Morelos a abandonar sus tierras, y recordó que anteriormente 34 familias de San Isidro Zaragoza fueron desplazadas por gente armada de Antorcha Campesina. El delegado de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Pedro Cortés, confirmó que las 500 familias decidieron atrincherarse y defender a toda costa su territorio. Actualmente, dijo, existe el temor latente de que se organicen grupos de choque para invadir Santa Catarina, razón por la cual los pobladores de Santa Catarina Yosonotú decidieron conformar su grupo de autodefensa y cerrar el camino que conduce a los municipios de Atatlahuca, Santa Lucía Monteverde, Santiago Ixtayutla, Santa Cruz Itundujia y San Andrés Cabecera Nueva. Señaló que la Secretaría General de Gobierno, la Procuraduría General de Justicia del estado y la Secretaría de Seguridad Pública ya tienen conocimiento de los hechos, y esperan su intervención para evitar un enfrentamiento. Los comuneros responsabilizaron a los gobiernos federal y estatal de un posible derramamiento de sangre, así como de las violaciones a las garantías constitucionales y de derechos humanos de las familias desplazadas y las que se encuentran atrincheradas.

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