Peña evita hablar de su casona en Ixtapan de la Sal en acto sobre vivienda
MÉXICO, D.F. (apro).- Durante el anuncio que hizo de las "Medidas de Impulso a la Vivienda”, el presidente Enrique Peña Nieto evitó abordar el nuevo escándalo relacionado con una casa que compró en Ixtapan de la Sal, Estado de México, a un compadre que en los años siguientes se vio favorecido con aproximadamente 140 millones de dólares en contratos de obra.
En la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario dio a conocer este miércoles una serie de cambios, subsidios y facilidades para adquirir viviendas de bajo costo.
Con una mampara en el fondo, donde se mostrabas fotografías de casas en condominio de interés social, el acto transcurrió entre sentencias enfáticas de los secretarios de Hacienda y de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, Luis Videgaray y Jorge Carlos Ramírez Marín, respectivamente, quienes fungieron como oradores.
Las medidas anunciadas por Peña Nieto pretenden incentivar la construcción de viviendas y mejorar las condiciones de financiamiento y adquisición, según explicó.
Entre esas medidas destaca la eliminación de los sorteos de créditos para derechohabientes del Fovi; conjunción de recursos de las cuentas de Fovi e Infonavit; exenciones fiscales para personas con menos ingresos, y facilidades para quienes formalicen sus actividades económicas, entre otras.
En el acto también participó Luis Fernando Abusaid, dirigente de los industriales de la vivienda, quien se condujo con amplios elogios al gobierno y sus programas en el ramo, y comentó que la cámara que preside cuenta con mil 300 empresarios dedicados a la construcción.
Comprar una casa “es una alegría y un orgullo”, dijo el mandatario después de anunciar el paquete –ofrecido en diciembre pasado–, en un evento que coincidió con la información difundida por el periódico The Wall Street Journal, en la que identificó la operación de la casa de Ixtapan de la Sal.
El asunto de las casas ha mantenido al gobierno de la República en los reflectores nacionales e internacionales, dado que las residencias particulares de la primera dama, Angélica Rivera, del titular de Hacienda y del propio mandatario, fueron adquiridas y financiadas por constructores favorecidos con contratos millonarios de obra pública.