MÉXICO, D.F. (apro).- Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, pidió la renuncia del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, tras los escándalos de corrupción que han involucrado a importantes funcionarios de su gobierno. “El general Pérez carece de toda legitimidad y es un derecho ciudadano revocar su mandato”, dice Menchú en un comunicado difundido este martes 26 por su fundación. En el documento acusa al presidente de ser “responsable de las redes de corrupción que saquean los recursos del Estado”. Menchú solicitó que se castigue a los autores materiales e intelectuales “que han causado muerte, dolor y privaciones dentro de la población más vulnerable”. Guatemala vive intensas jornadas de protesta desde que el pasado 16 de abril la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), instancia creada por Naciones Unidas en 2006, arrestó a 21 funcionarios y exfuncionarios acusados de integrar una enorme red de defraudación aduanera conocida como “La Línea”. Este escándalo derivó en la renuncia de tres ministros del gabinete de Pérez Molina, así como de la vicepresidenta, Roxana Baldetti, cuya salida fue calificada por Menchú como “un triunfo”. La indígena Premio Nobel de la Paz exigió además la “depuración estructural” del sistema de justicia guatemalteco y “la devolución de todos los bienes y recursos robados”. Igualmente, acusó al sistema de partidos políticos en Guatemala de practicar el “clientelismo”, la “manipulación” y la “perversión”. El próximo 6 de septiembre habrá elecciones generales en el país centroamericano para presidente, vicepresidente, 158 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 338 corporaciones municipales. Candidatas y candidatos son cuestionados en las calles. Desde hace dos meses son constantes las movilizaciones de campesinos y universitarios. Durante las manifestaciones, diversos artistas han utilizado los carteles de propaganda de partidos políticos para pintar en ellos frases o modificarlos para expresas sus protestas. El pasado 17 de mayo, una marcha de indígenas ingresó a la capital exigiendo no sólo la dimisión de Pérez Molina sino una nueva Constitución y la nacionalización de la energía. Para el sábado 30 de mayo están programadas diversas actividades en el Parque Central y una marcha nocturna en la Corte Suprema de Justicia. En tanto, Pérez Molina reiteró, en un foro empresarial entre Centroamérica y Japón, que culminaría su mandato hasta enero del 2016. Cuestionado sobre una eventual Asamblea Nacional Constituyente, respondió: “Ese derecho de petición debe estar encuadrado dentro de lo que manda la propia Constitución”.