Ajedrez, una aventura del pensamiento (para principiantes), de Fidel Soto

miércoles, 15 de julio de 2015 · 00:21
MÉXICO, D.F. (apro).- Los ajedrecistas aprendemos de muchas maneras, pero probablemente la más utilizada es la de estudiar en los libros especializados. Cuando el “virus” del ajedrez nos entra ya estamos perdidos, y entonces como por arte de magia, si vamos a una librería, de pronto hallaremos casi en nuestras narices los libros de ajedrez, cosa que quizás antes ni siquiera los llegábamos a ver. Y entonces nos hacemos de esta literatura lúdica en donde los mejores autores del mundo, connotados entrenadores, grandes maestros, fuertes aficionados que entienden de didáctica y del cómo enseñar, escriben sus respectivas obras y si nos aplicamos, somos disciplinados, trabajamos con ahínco, etcétera, podremos llegar a jugar a cierto nivel y por qué no, llegar a compartir los primeros lugares incluso en torneos importantes. Así pues, los libros de ajedrez siguen llevando, más que ninguna otra herramienta de comunicación, información sobre nuestro juego a todo lo largo y ancho del mundo. Por ello, siempre es agradable hablar de un libro escrito por un mexicano: Fidel Soto, quien es un fuerte maestro FIDE de ajedrez, pero mejor amigo. Lo he visto en muchísimos torneos y siempre es fiel al tablero escaqueado, el cual le apasiona sin duda. Por ello no me sorprende que me haya mostrado el trabajo que está haciendo. Su primer libro habla del ajedrez como una aventura del pensamiento. Pero su trabajo va más allá, porque lo plantea para principiantes, para aquellos que no saben nada del juego ciencia y por ende, les da bases por demás fundamentadas de un buen ajedrez desde los primeros pasos. Su libro, “Ajedrez, una aventura del pensamiento (para principiantes)”, recorre los temas fundamentales del ajedrez: enseñar a pensar; el ajedrez como deporte, ciencia, arte y en el ámbito educativo. Define el tablero, su disposición y analiza cuidadosamente las virtudes de cada pieza. Hace énfasis en los movimientos especiales (captura al paso, enroque, la promoción). Nos muestra los mates elementales y de ahí se embarca en el conocimiento de las aperturas hasta llegar al final de partida. Nos muestra la regla del cuadrado en los finales de peones y escudriña someramente el tema del empate en ajedrez. Nos enseña a usar el reloj de ajedrez, los casos especiales de empate (la regla de las 50 jugadas), y en suma, nos lleva por ese primer camino para comprender el ajedrez como un todo y al mismo tiempo, poderlo dividir en partes. En mi opinión es un libro que todo principiante debería leerlo. Está escrito por un ajedrecista que ha participado en el ambiente nacional por muchos años y que tiene un fuerte nivel competitivo. Es más interesante aún porque tengo la impresión que Fidel va más allá en la idea básica del libro, que es la de enseñar ajedrez, sino que busca sea algo más duradero, algo que se impregne en toda persona y que el juego ciencia se convierta en parte de su cotidianidad. Hace unos pocos días recibí, sin embargo, una nueva versión de su libro, el cual está en dos idiomas, es decir, es un libro bilingüe. En la parte izquierda de cada hoja está el texto del libro original de Fidel. En la parte derecha de la hoja está en una lengua indígena, llamada hñäñho, de la cual encontré referencias en Google hasta que pude escribir las letras del idioma con sus tildes correctamente. No sé si esta lengua se habla en los lugares cercanos a Querétaro, pero lo importante no es eso, sino la posibilidad de llevar el ajedrez en un libro en esa lengua, para que los niños cuyo lenguaje materno fue ése, puedan introducirse al maravilloso mundo del ajedrez. Desafortunadamente Fidel no me mandó ninguna explicación sobre cómo nació su libro, pero claramente demuestra que su interés en el ajedrez y en la enseñanza del mismo, lo ha llevado a incursionar en otros ambientes y nichos, promoviendo su trabajo. En mi opinión, necesitamos más personas como Fidel Soto, porque amén de jugar muy bien al ajedrez, refleja que con amor al juego se pueden "convertir" a las nuevas generaciones, haciendo que utilicen su tiempo en un pasatiempo que ya está recontra-probado, mejora las capacidades de quienes los estudian y juegan. Enhorabuena y felicidades para Fidel Soto. Muy buen amigo y un fuerte ajedrecista que colabora en el acervo que el ajedrez en nuestro país va teniendo, ahora con esta obra, que sin duda Fidel pensará que es modesta, pero que yo sé que es mucho más que el juicio que él podría hacer de su propia obra.

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