TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (proceso.com.mx).- Cerca de 300 comuneros indígenas zoques incursionaron en la cabecera municipal de Belisario Domínguez, quemaron el palacio de gobierno, una patrulla, una ambulancia e incendiaron dos urnas, en reclamo porque ese territorio es oaxaqueño. El secretario general de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, dio a conocer que “el incidente más delicado” sucedió cuando un grupo de entre 250 y 300 personas de Santa María Chimalapas, del vecino estado de Oaxaca, incursionó en territorio estatal y quemaron dos urnas en el municipio de Belisario Domínguez, donde chiapanecos de manera pacífica se encontraban sufragando. El responsable de la política interior indicó que los pobladores de Santa María Chimalapas “también vandalizaron el edificio del ayuntamiento, así como una patrulla y una ambulancia del municipio. Afortunadamente, explicó, la reacción por parte de los ciudadanos chiapanecos fue prudente, por lo que no se registró ningún enfrentamiento”. Ante estos hechos, el secretario de Gobierno de Chiapas calificó de “inaceptable la incursión violenta por parte de los pobladores del ejido Santa María Chimalapas, ya que no puede ocurrir en un marco de Derecho y sobre todo, cuando existen los cauces legales para dirimir las diferencias e inconformidades”. Por ello, señaló que el gobierno de Chiapas “eleva su más enérgica protesta ante el de Oaxaca, a fin de que estos hechos se castiguen y no queden impunes, ya que de ninguna manera contribuyen a encontrar las soluciones a la problemática de esta región, en un clima de paz y de respeto”. Previo a la jornada electoral, los comuneros zoques de Santa María Chimalapas, habían pedido al gobernador Gabino Cué y a la Secretaría de Gobernación, intervenir para que pidieran a las autoridades civiles y electorales de Chiapas suspender todo proceso electoral en ese nuevo municipio chiapaneco, toda vez que está en litigio la posesión del territorio que mantienen como “invasión”. En el marco de una de la sesión del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), el representante de Morena, Horacio Duarte Olivares, hizo un llamado al PVEM y al gobierno a que paren “sus grupos violentos”. “Nos preocupa la violencia prácticamente en todos los municipios. Todos los partidos han señalado violencia social por parte de militantes del Verde. Comandos armados encapuchados en varios municipios alertan sobre un modelo que se está utilizando a pocas horas del cierre de la jornada electoral por parte del gobierno y del partido oficial”, dijo Duarte Olivares. Dijo que es momento de que el IEPC eleve la voz para que el PVEM regrese al cauce de la ley y deje de estar violentando porque van en contra de todo principio democrático. “Vamos a terminar con una serie de muertos heridos y golpeados que representan a Chiapas donde el partido en el gobierno no pueden llevar la elección en paz y con saldo blanco. Hay señalamientos puntuales de la actitud violenta de este partido. Influye en cómo va cooptando, comprando y pervirtiendo el trabajo político en el estado”, agregó Duarte Olivares. Responsabilizó al gobernador Manuel Velasco por las acciones del estado en contra de los partidos diferentes al suyo. Ante estas acusaciones, en el seno de ese consejo, Belisario de Jesús Palacios, representante del PVEM, dijo que es muy aventurado hacer declaraciones de este tipo en contra del gobierno estatal y su partido político. “Siempre quieren echarle la culpa al partido que está en el gobierno. Si tienen pruebas que lo denuncien”, sentenció y pidió copia certificada de versión estenográfica de lo dicho por Duarte. “El gobernador en ningún momento se encuentra involucrado”, indicó. Por su parte, la consejera electoral Lily Chang reconoció actos de violencia y coacción del voto marcaron la jornada electoral, por lo que hizo un llamado a los partidos políticos a contribuir para que se normalice la situación en el estado.