MORELIA, Mich., (proceso.com.mx).- La noche fue tensa en La Ruana para Hipólito Mora y su grupo. Después de recibir información de un posible ataque, Mora dio indicaciones a sus hombres para estar alerta ante cualquier contingencia. Tres de las seis entradas al pueblo no cuentan con ningún retén militar, por lo que la posibilidad de alguna infiltración de grupos rivales por estas zonas causó una máxima alerta que apostó a los hombres de Mora Chávez en azoteas y esquinas cercanas a su casa. “Esta es la primera vez en mi vida que tengo que sacar a mi familia de aquí”, declaró Hipólito Mora enfundado en un chaleco blindado y rifle de asalto AK-47. Durante la madrugada, las guardias de vigilancia implementadas por los hombres de Mora abastecieron sus cargadores y esperaron el enfrentamiento que no llegó, “por el momento”, puntualizó el autodefensa. “Sé que me pueden atacar en cualquier momento y que le estorbo a mucha gente. Sé que puede haber un atentado en mi contra, pero tengo que seguir con mi vida. Mientras el gobierno siga apoyando delincuentes, yo voy a seguir hablando”, finalizó. (Con información de Emmanuel Gallardo)